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La Habana, 6 sep (EFE).- Con el objetivo de intensificar los preparativos ante el paso inminente del huracán Irma, de categoría 5, que ha causado graves daños a su paso por las Antillas Menores, la Defensa Civil (DC) de Cuba activó hoy la "fase de alerta ciclónica" para todo el oriente y parte del centro de la isla.
La "alerta ciclónica", segunda de cuatro etapas para enfrentar estos fenómenos en Cuba, se activa 48 horas antes del paso del ciclón y está vigente en las provincias de Guantánamo, Santiago de Cuba, Granma, Holguín, Las Tunas, Camagüey, Ciego de Avila y Villa Clara, apunta una nota del Estado Mayor Nacional de la DC.
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Las centrales Sancti Spíritus, Cienfuegos y Matanzas permanecen en la "Fase Informativa", mientras que los pobladores de las cercanas Mayabeque y la Habana (occidente) deben "mantenerse atentos" a las informaciones del Instituto de Meteorología (Insmet) de la isla.
De acuerdo a la Defensa Civil, todos los organismos estatales y otras instituciones de las provincias en "alerta" deben iniciar "las medidas previstas en sus respectivos planes de reducción de desastres e incrementar la vigilancia hidrometeorológica".
En esta fase comienzan las labores de protección de cubiertas y fachadas de edificios y almacenes de bienes, además de iniciar las primeras evacuaciones en zonas de peligro por donde es más probable que pase Irma, cuyo ojo bordeará la costa norte cubana en su porción centro-oriental, de acuerdo a los pronósticos más recientes.
En Santiago de Cuba, uno de los primeros territorios cubanos que se prevé sea afectado por Irma, ya se han tomado las provisiones relacionadas con la venta de alimentos no perecederos y de la canasta básica subsidiada, así como la atención a hospitalizados y embarazadas, reporta la estatal Agencia Cubana de Noticias.
Aún no se habla de evacuaciones en la cayería norte de la zona central, uno de los principales polos turísticos del país, aunque se espera que los visitantes y trabajadores sean trasladados pronto tierra firme.
Mientras, la capital cubana vive una tensa calma en espera de Irma, el huracán más intenso formado en el Atlántico desde Allen, que en 1980 alcanzó vientos máximos sostenidos de 195 millas por hora.
Los habaneros aún no aseguran puertas y ventanas, ni hay masivas campañas de poda de árboles, pero muchos ya acumulan provisiones de agua y alimentos como galletas y conservas.
Varios cruceros de líneas estadounidenses atracados en el puerto habanero han decidido acortar su estancia y regresar a Estados Unidos, ante la inminente llegada del huracán.
En Cuba se activa primero la "fase informativa", a la que le siguen de acuerdo con la evolución del fenómeno las de "alerta", "alarma" (24 horas antes) y la fase "recuperativa", dedicada a atender a los damnificados y a restablecer los servicios vitales una vez que pasó el huracán.
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