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México, 19 sep (EFE).- Tras una etapa en la que tuvo la necesidad de tomar "distancia" profesional con su padre, Haydée Milanés lleva a los escenarios ahora la música con la que creció; algo que para ella tiene un "significado emocional y espiritual" y que enmarca en su "rescate" de la música cubana.
La cantante (La Habana, 1980) estará el próximo 12 de octubre en el Lunario de la Ciudad de México, donde se presentará con su trío para cantar las canciones de su más reciente trabajo, "Amor" y las de otras grandes figuras de la música cubana, como José Antonio Méndez y Marta Valdés.
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"He sentido una gran necesidad de cantar a autores representativos de nuestro país, y buscar un poco en las raíces cubanas", lo que supone una labor de "rescate", afirma en una entrevista con Efe.
Dentro de estos autores, que "merecen ser interpretados y que la gente siga escuchando o conozca sus canciones" está su padre, Pablo Milanés, cuyas canciones recuperó y cantó a dúo en "Amor".
La lista de canciones que engloba "Amor" incluye algunos de los grandes éxitos de Pablo Milanés, pero también "rarezas, que prácticamente no se conocen y son bellísimas".
"Siempre digo que las canciones de mi padre son como mis hermanas, porque son sus hijas también y algunas crecieron conmigo, algunas nacieron ahí casi pegadito conmigo", explica.
La intérprete, que se lanzó al panorama musical en 2004 con "Haydée", señala que cantar a su padre "va más allá del significado artístico", y alcanza el emocional y espiritual.
Llegar hasta ese punto "ha sido un camino difícil, contrario a lo que mucha gente pueda pensar".
En sus inicios, relata, procuró separarse profesionalmente de su padre para encontrar su "espacio": "Es algo muy lógico, porque es muy fuerte tener una figura así, tan importante, detrás, y cuando estás comenzando te rebelas un poco contra eso".
"No quiere decir que no admires a esa persona, o que no te sientas orgullosa de ser su hija, pero sí necesitas desprenderte un poco de eso para poder ser tú", añade.
En estos momentos, la cantante se encuentra preparando una nueva edición de "Amor", basada en dúos con diferentes artistas.
Originalmente, este álbum iba a salir al mercado en noviembre, pero la fecha de publicación se retrasó hasta el próximo año, ya que se han sumado más cantantes para participar en el proyecto.
El primer sencillo de este trabajo fue "Si ella me faltara alguna vez", que interpretó con la mexicana Julieta Venegas y a la que agregó "una onda de bachata".
Comenta que esta es una canción "muy tierna", que habla del temor de perder a un ser querido y que está cargada de nostalgia. "Sentía que tenía mucho que ver con Julieta, que a la hora de interpretarla podía quedarle muy bien".
A mediados de este mes salió el segundo "single", "Yolanda", cantado con Omara Portuondo: "Ella es como un ícono de la música cubana, es un clásico, y sentí que ella debía cantar un clásico también", afirma Milanés, quien estaba segura de que la veterana iba a defender "inmejorablemente" el tema.
El proceso de vincular las canciones de su padre con los diferentes artistas -entre los cuales también están incluidos Rosalía León y Pancho Céspedes- todavía está en marcha, y las asignaciones, respalda, van cayendo "poco a poco", dependiendo del estilo de cada uno.
Desde el punto de vista de la artista, "hay un momento para todo". Esta frase la esgrime cuando habla de los años que estuvo sin cantar temas de su padre, así como cuando razona por qué en sus últimos discos -en los que también ha cantado a Marta Valdés- se ha volcado en los grandes de la música cubana, la cual, argumenta, nunca va a ser sepultada por las tendencias.
"Siempre va a haber un público para la canción, para el bolero, siempre va a haber gente que necesite escuchar esa música", dice convencida.
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