Ruinas, escombros, edificios destrozados, cientos de muertos y ciudadanos voluntarios y rescatistas unidos para encontrar a las víctimas que hayan quedado atrapadas, tras los derrumbes provocados por el terremoto de magnitud 7.1 ocurrido este martes en México.
Este es el desolador panorama que se vive en algunas zonas de México a consecuencia del violento seísmo.
El tiempo apremia para encontrar a quienes hayan quedado sepultados en los amasijos de edificios en que se han convertido algunas calles de Ciudad México. En el país azteca se trabaja sin descanso, con grúas, cubetas, las manos y perros rescatistas.
En la escuela Enrique Rebsamen, que colapsó a consecuencia del poderoro temblor de tierra, algunos padres han vivido las peores horas de su vida esperando desesperados a que se concluyan las labores de salvamento. Pese a haberse podido sacar con vida del colegio a 11 personas, 25, en cambio, han sido encontradas sin vida y 30 permanecen aún desaparecidas.
Otras 219 escuelas, por su parte, recibieron daños de diversa magnitud, 15 de ellas con afectaciones severas.
Según los primeros reportes oficiales 217 personas fallecieron a consecuencia del terremoto. Se cifran en torno a 45 los edificios que quedaron completamente destruidos. En varias de las zonas afectadas se sufrieron importantes daños en la red eléctrica, aunque según informó la Comisión Federal de Electricidad el servicio ya ha sido restablecido al 70% de los afectados.
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