El terremoto los sorprendió en suelo mexicano, a donde habían ido como parte de un programa de estudios de intercambio, pero muchos no dudaron en sumarse a las labores de rescate y limpieza en Puebla, una de las ciudades afectadas por el seísmo de intensidad 7.1 en la escala de Richter, que ha dejado al menos 230 muertos, cerca de cincuenta edificios completamente destruidos y daños económicos aún no determinados.
“Yo quiero ir a ayudar” se dijo esta estudiante italiana de psicología que, como muchos voluntarios, se lanzó a las calles para echar una mano allí donde ha sido necesario.
“Con tanta gente afectada es lo primero que tienes que hacer, ayudar en lo que se pueda” añade otra chica española, estudiante de biología.
El pasado 19 de septiembre, cuando se celebraba el 32 aniversario del devastador terremoto de 1985 que dejó miles de muertos en México, la tierra volvió a temblar en el país azteca.
Pese a los momentos de tragedia que se han vivido en el país azteca desde hace más de 48 horas y las angustiantes labores de salvamento; los rasgos dominantes de estos días han sido el trabajo sin descanso, la solidaridad sin condiciones y la unión para intentar reducir al máximo el impacto del poderoso seísmo y conseguir rescatar la mayor cantidad de sobrevivientes de los escombros.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: