Los vecinos del barrio La Playita de San Juan, capital de Puerto Rico, ven como una semana después del paso del huracán María sus calles están inundadas por aguas de las lluvias y los desagües.
Según el programa Primer Impacto de 'Univisión', el olor putrefacto impide a los residentes salir de sus casas por temor a contraer enfermedades.
Entre lágrimas los habitantes de esta área urbana piden ayuda a las autoridades para encontrar una solución a esta situación de insalubridad.
"Estamos aquí a merced de que alguien traiga por lo menos un poco de agua. Yo necesito insulina y no la puedo comprar porque ni siquiera los chavos se pueden sacar del banco", relató una ciudadana.
Los embates del ciclón han convertido el asfalto de las calles en cloacas, a causa de la mezcla de las lluvias y los desagües, al mismo tiempo que la comida escasea y la luz no llega.
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