El Departamento de Estado de los Estados Unidos ha hecho público este viernes un comunicado en el que explica los motivos por los que ha tomado la decisión de reducir el personal destinado en Cuba hasta que el Gobierno de la Isla pueda garantizar su seguridad. "El bienestar de la gente es nuestra mayor preocupación", escribió en Twitter su portavoz, Heather Nauert.
En esencia, el comunicado viene a decir que en los últimos meses, 21 empleados de la embajada de Estados Unidos en La Habana han sufrido lesiones provocadas por ataques "de naturaleza desconocida", que les han provocado dolores de oído, pérdida de audición, mareo, dolor de cabeza, fatiga, problemas cognitivos y dificultad para conciliar el sueño.
Hasta el momento, confirma el Departamento de Estado, los investigadores no han podido corroborar las causas de estas lesiones ni "quién es el responsable de estos ataques". Por eso este 29 de septiembre se ha ordenado la salida de la Isla del personal no imprescindible destinado en la Embajada de Estados Unidos en La Habana junto con sus familiares.
Esta medida estará vigente "hasta que el Gobierno de Cuba pueda garantizar la seguridad" de los diplomáticos estadounidenses. Mientras tanto, sólo se mantendrán en la sede de la capital cubana los funcionarios que permitan prestar servicio de "emergencia". De esta forma pretenden minimizar el número de personas que podrían estar expuestas a un nuevo episodio de ataque acústico ya que al no conocer la causa que lo provoca no pueden aconsejar "un medio para mitigar la exposición".
Asimismo explica que paralelamente a la orden de abandonar la Isla, recibida por gran parte del personal diplomático destinado en el país, el Departamento de Estado ha emitido una advertencia de viaje, aconsejando a los ciudadanos norteamericanos que no viajen a Cuba. Estos serán informados sobre la retirada de funcionarios de la embajada en La Habana.
Los ataques se produjeron en las residencias de los funcionarios y en hoteles
El Departamento de Estado confirma que no tiene noticias de que ningún civil estadounidense "se ha visto afectado" en Cuba por un ataque similar al que sufrieron los funcionarios de la delegación diplomática en la Isla. De lo que sí tienen constancia es de que los ataques se produjeron en las residencias diplomáticas de los funcionarios y en hoteles frecuentados por éstos.
El comunicado lanzado este viernes aclara que tanto la retirada de personal de la embajada como la advertencia de no viajar a Cuba se hace con el ánimo de garantizar la seguridad del personal diplomático. También hace hincapié en que no se cortan las relaciones diplomáticas con el Gobierno de Raúl Castro. "Mantenemos las relaciones diplomáticas con Cuba y nuestro trabajo en la Isla sigue guiado por los intereses de seguridad nacional y de la política exterior de los Estados Unidos", señala.
En este sentido apunta que La Habana se ha comprometido a seguir investigando esos supuestos ataques acústicos y el Departamento de Estado manifiesta el interés del Gobierno de Donald Trump de seguir cooperando con la Isla en esa investigación. "Seguiremos investigando con ahínco hasta que se resuelva este asunto", concluye.
Como ha publicado CiberCuba, este viernes quedaron suspendidas indefinidamente las entrevistas para conceder visas en la Embajada de los Estados Unidos en Cuba, después de que el Departamento de Estado anunciara que retiraba el 60% del personal de su sede diplomática en La Habana y lanzaba una advertencia a los ciudadanos estadounidenses para que no viajen a la Isla.
Hay que recordar que el pasado martes el secretario de Estado norteamericano Rex Tillerson se reunió con el canciller cubano Bruno Rodríguez, que a su salida emitió un comunicado colgado en la web del Minrex, en el que aclaraba que le parecía desproporcionada la expulsión de dos funcionarios cubanos de la Embajada en Washington.
Si eso le parecía mucho, habrá que estar atentos a la reacción de La Habana, porque las medidas tomadas por Estados Unidos son un paso hacia atrás en la política de deshielo iniciada por Barack Obama.
Servicios limitados en la embajada de La Habana
Como el gobierno de Donald Trump ha tomado la decisión de reducir el personal en la embajada norteamericana en La Habana, en adelante ésta sólo prestará "servicios de emergencia". Según informa la advertencia de viaje lanzada este viernes por el Departamento de Estado, los ciudadanos estadounidenses que necesiten ayuda urgente en Cuba deben llamar al teléfono + (53) (7) 839-4100 o al Departamento de Estado al 1-202-501-4444. Al mismo tiempo se desaconseja que se presenten personalmente en la sede de la embajada, frente al Malecón, ya que ésta sufrió graves daños durante el paso del huracán Irma.
En caso de desatender la recomendación de no viajar a la Isla, aconsejan a los viajeros mantenerse constantemente en contacto con sus familiares en los Estados Unidos, con su agencia de viajes y con el personal del hotel en el que se alojen.
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