Los residentes en las Américas han aumentado en 16 años su esperanza de vida en los últimos 45 años. En la actualidad una persona que nace en este continente puede aspirar a vivir hasta los 75 años, casi 5 años más que el promedio del resto del mundo.
Sin embargo, las enfermedades emergentes y las no transmisibles, que causan cuatro de cada cinco muertes anuales, son los principales retos que debe enfrentar los sistemas de salud en una de las regiones con mayor desigualdad social en el mundo.
“Vivimos más años de vida y morimos menos por causas que podemos evitar, pero esa ganancia no ha sido equitativa”, señala el informe de la Organización Panamericana de la Salud.
“Debemos tomar medidas urgentes para combatir las inequidades y que todas las personas en las Américas tengan acceso a los servicios de salud que necesitan y a las condiciones que determinen una buena salud, como el acceso al agua potable, a la educación y a una vivienda digna”, añade.
Las enfermedades no transmisibles, como las cardiovasculares, las respiratorias crónicas, el cáncer y la diabetes, son las principales causas de muerte en nuestra área geográfica. Cuatro de cada cinco muertes anuales se deben a una de ellas, y se calcula que seguirán aumentando por el crecimiento de la población, el envejecimiento, la urbanización y la exposición a distintos factores de riesgo.
Este informe fue presentado en la 29ª Conferencia Sanitaria Panamericana de la OPS en Washington, DC, en el mismo se dice que la tasa de obesidad, que es uno de los principales factores de riesgo para padecer una enfermedad crónica, duplica el promedio global. Además, señala que el 15 % de la población mayor de 18 años vive con diabetes, enfermedad que se ha triplicado durante la última década.
Aún cuando la mortalidad por enfermedad cardiovascular ha disminuido casi 20 % en una década, sigue siendo la principal causa de muerte en la región. También se dio a conocer que que 1,3 millones de personas murieron de cáncer en 2012, 45 % de ellos en forma prematura, es decir, antes de los 70 años.
Otros desafíos a enfrentar son las lesiones causadas por el tránsito, que representaron el 12 % de las muertes en 2013, así como también las altas tasas de homicidios que colocan a 18 países de América Latina y el Caribe entre los 20 principales en todo el mundo.
El surgimiento de enfermedades infecciosas emergentes, como el zika y el chikungunya y las amenazas ocasionadas por los desastres asociados a sismos y huracanes, entre otros fenómenos, son otros de los retos regionales. Entre 2010 y 2016, la región enfrentó 682 desastres, el 20,6% del total mundial y esos desastres tuvieron un impacto económico estimado en más de 300.000 millones de dólares.
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