El gobierno de Cuba permitirá, a partir del 1 de enero de 2018, la entrada al país de los cubanos que abandonaron la Isla de forma ilegal, así lo anunció este sábado el canciller Bruno Rodríguez Parrilla durante un evento en Washington.
En el marco del IV Encuentro de Cubanos Residentes en EE.UU., el titular aclaró que este permiso de retorno no se aplicará a aquellos ciudadanos cubanos que emigraron por la Base Naval de Guantánamo por cuestiones relacionadas con la “seguridad nacional”.
Rodríguez emitió el anuncio durante una reunión celebrada en la Universidad Howard, en Washington D.C, ante 129 ciudadanos cubanos residentes en 17 estados del país norteño.
De acuerdo con una nota emitida por el Minrex, el Gobierno de La Habana seguirá estudiando nuevas medidas para continuar con la actualización de su política migratoria.
“Próximamente, se publicarán en la Gaceta Oficial las distintas normas jurídicas que acompañarán la implementación de estas medidas y se ofrecerá también a la población información adicional sobre los procedimientos que se pondrán en vigor”, acotó la publicación.
El comunicado destacó que la información estará igualmente disponible en las 189 Oficinas de Trámites del Ministerio del Interior de Cuba, con representación en todos los municipios del país; así como en la Oficina de Atención a la Población de la Dirección de Identificación, Inmigración y Extranjería.
En 2012, Cuba ya había anunciado que recibiría a decenas de miles de sus ciudadanos que salieron “ilegalmente” del país -entre ellos balseros y médicos y jugadores de béisbol que “desertaron” de sus misiones en el exterior- en una segunda ronda de una reforma migratoria para normalizar las relaciones con los cubanos que residen fuera del país.
La Habana había prohibido el regreso de los balseros desde su acuerdo de migración de 1994 con el gobierno de EE.UU. “para desalentar los peligrosos escapes a través del Estrecho de la Florida”, según informaron entonces medios oficiales.
En el caso del personal médico y los atletas que “desertaron” después de 1990, se acordó en ese momento que podrían regresar siempre que hubiesen estado fuera del país por más de ocho años. En este caso, aún se desconoce si será eliminado por completo ese requerimiento.
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