El fallecimiento de un joven en las playas de Guardalavaca, luego de haber sido atacado por un tiburón “es un hecho raro y sin precedentes en esta localidad”, aseguró a la prensa local el biólogo marino Antonio Vega Torres.
De acuerdo con el también Máster en Ciencias en esta materia, Guardalavaca está protegida por una cresta arrecifal, excepto en el sector oeste donde existe un cauce con mayores profundidades.
Ello se traduce en una “baja densidad de grandes depredadores carnívoros (…) o sea que los escualos no son frecuentes, ni abundantes en esta zona, como en otras regiones del archipiélago”, dijo el experto al diario local Ahora.
“El único reporte de agresión de tiburón no provocado y ocurrido en la zona turística de Holguín tuvo lugar hace unos años en playa Pesquero, donde la víctima también perdió la vida, por la supuesta arremetida de uno de la especie ¨gata¨”, añadió.
Vega Torres, que funge como Investigador Auxiliar del Centro de Investigaciones Ambientales de Holguín (CISAT), destacó que “la plataforma marina de la región turística de Holguín se caracteriza por ser muy estrecha, donde la posición geográfica, evolución geomorfológica, composición del substrato y características hidrodinámicas han condicionado la presencia de rasgos peculiares, como playas bien protegidas por arrecifes coralinos muy cercanos a la costa”.
No obstante, este tipo de peces son capaces de trasladarse a grandes distancias e incursionar en zonas poco profundas y cercanas a la costa. En el caso de Guardalavaca en la zona oeste hay unas de las mayores profundidades de esa área, por donde es posible pueda entrar un pez grande como un tiburón.
Investigaciones recientes revelan que muchos de los ataques de tiburones se producen a causa de un error de identificación por parte de esos animales, que confunden a buceadores, nadadores y surfistas con el aspecto de focas o leones marinos.
“El hecho de que la mayoría de los ataques consista en una primera dentellada y cesen inmediatamente puede suponer que a este depredador marino no le satisfaga el olor o sabor de la sangre humana”, explicó.
Según el experto, es común que se produzcan estos ataques a los bañistas alrededor del mundo, “otro tema es saber las razones y circunstancias de dichos sucesos para poder evitarlos y delimitar su dimensión”.
Testigos presenciales han relatado a los medios que el joven atacado el pasado sábado se estaba bañando en la playa junto a cinco amigos pasadas las once de la noche, cuando un tiburón lo mordió en su muslo izquierdo.
De acuerdo con datos oficiales, en los últimos 260 años hay antecedentes de poco más de 40 ataques de tiburones en aguas cubanas.
El consejo en general es evitar entrar al mar al atardecer o en la noche, que suele ser el horario en que los tiburones más se acercan a la orilla.
La Televisión Cubana anunció esta semana que se ha reforzado la vigilancia en las costas de Guardalavaca, donde se han colocado redes en zonas concretas, en caso de que el tiburón intentara regresar.
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