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Miami, 26 nov (EFEUSA).- El presidente estadounidense Donald Trump cerró este domingo su jornada por Acción de Gracias en Mar-a-Lago, Palm Beach, donde pasó cinco días consecutivos jugando golf.
Poco antes, el mandatario había tuiteado críticas dirigidas al demócrata Doug Jones, quien aspira al Senado en una elección parcial el próximo 12 de diciembre, en una carrera contra el republicano Roy Moore, acusado de acoso sexual por ocho mujeres.
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"Lo último que necesitamos en Alabama y el Senado de EE.UU. es un títere de Schumer/Pelosi que es DÉBIL en crimen, DÉBIL en la frontera, malo para nuestro Ejército y nuestros grandes veteranos, malo para nuestra Segunda Enmienda, Y QUIERE LEVANTAR IMPUESTOS AL CIELO. Jones sería un desastre! (sic)", escribió.
De esta manera, Trump volvió a insistir a través de Twitter que cualquier opción es mejor que la presencia de un "liberal" en la Cámara alta, como ya ha dicho en días pasados, y en un apoyo casi directo a Moore.
Hasta el momento se desconoce si este domingo el presidente volvió a jugar el golf junto a figuras de este deporte, como ya ocurrió en las jornadas anteriores durante su estancia en el sureste de Florida.
Según reportan medios estadounidenses, Trump jugó el sábado unos hoyos contra la leyenda Jack Nicklaus, que acumula 18 triunfos en los grandes circuitos, y el hijo del retirado deportista, Gary.
Durante la campaña electoral de 2016, Nicklaus mostró su apoyo a Trump, con quien ya había jugado al golf, y además posee un club, el Nicklaus' Bear's Club, que su ubica cerca al que el presidente tiene en Jupiter, uno de los tres en el sur de Florida que son propiedad del mandatario, según informa el diario Palm Beach Post.
Precisamente, en éste último, en el Trump National Golf Club, el presidente tuvo oportunidad de disfrutar el viernes del que es uno de sus deportes favoritos junto al número uno del mundo, Dustin Johnson, que este año ha ganado cuatro torneos y en 2016 se llevó el Abierto de Estados Unidos, así como con Tiger Woods y Brad Faxon.
En un fin de semana sin mayores incidentes que resaltar, el único hecho imprevisto lo protagonizó el conductor de una furgoneta roja, quien la tarde del sábado intentó cruzar y entorpecer el paso de la comitiva que transportaba al presidente de regreso a Mar-a-Lago.
Según reportó el pool de periodistas que acompaña a Trump, tras ser obligado por la Policía local estacionarse a un lado, el conductor "hizo gestos obscenos y gritó varios improperios".
El hecho recuerda a la mujer de Virginia que el pasado mes le mostró el dedo a la comitiva oficial de autos en la que viajaba Trump.
Poco después del incidente con el conductor, la comitiva se encontró a un grupo de opositores apostados con carteles en el bulevar que da al club Mar-a-Lago y, unos metros más lejos, a otro de simpatizantes con banderas y gorros con el eslogan de campaña, "Haz América grande de nuevo".
El presidente estadounidense viajó este martes con su esposa Melania y su hijo Barrón a Mar-a-Lago, considerada la "Casa Blanca de invierno", con ocasión de la fiesta de Acción de Gracias, que se celebró el pasado jueves.
La noche de ese día, el presidente, familia y amigos disfrutaron de un menú tradicional que incluyó pavo, puré de patatas y batatas, pargo rojo y cangrejo de Florida y una variedad de pasteles y tartas.
El regreso para Washington está previsto para esta tarde, en una hora no especificada.
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