WASHINGTON, 5 dic (Reuters) - La posibilidad de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, reconozca a Jerusalén como capital de Israel, se ha topado con la oposición de altos funcionarios estadounidenses y extranjeros, quienes temen que esa decisión desencadene una ola de violencia.
La decisión, que según altos funcionarios estadounidenses aún se define, terminaría con décadas de no injerencia de Washington respecto al estatus de Jerusalén, bajo el argumento de que se trata de un conflicto sobre el que israelíes y palestinos deben negociar y dirimir.
Si Trump concreta la medida, podría desencadenar protestas o violencia de palestinos y musulmanes del resto del mundo, en parte por la sensibilidad que rodea en Jerusalén al Monte del Templo, como lo denominan los judíos, o Haram al-Sharif para los musulmanes.
El sitio incluye la mezquita al Aqsa, el tercer lugar más sagrado del Islam y la dorada Cúpula de la Roca. También ahí se encontraba un antiguo templo judío, el lugar más sagrado para el judaísmo, donde se ubica el Muro de los Lamentos.
Israel tomó control sobre Jerusalén del Este, que incluye la mencionada zona, durante la guerra de 1967. Sin embargo, el Waqf, un grupo religioso musulmán, controla los recintos islámicos.
Un funcionario estadounidense dijo a Reuters la semana pasada que Trump podría hacer el anuncio sobre Jerusalén como la capital reconocida de Israel el miércoles, aunque su asesor y yerno Jared Kushner dijo el domingo que no se había tomado una decisión final.
Trump prometió cambiar la embajada estadounidense a Jerusalén desde Tel Aviv en su campaña presidencial.
Se prevé que Trump firme el documento, según varias autoridades de Estados Unidos. Un funcionario dijo que el mandatario probablemente acompañaría la firma con una orden a sus asesores para que empezaran a planificar un eventual traslado de la embajada, aunque no estaba claro si establecería un calendario concreto al respecto.
Otros dos altos funcionarios estadounidenses dijeron, bajo condición de anonimato, que el plan para reconocer a Jerusalén como capital de Israel se había topado con la resistencia de la Oficina de Asuntos de Oriente Medio del Departamento de Estado, que se encarga de la región.
(Reporte de Arshad Mohammed y Yara Bayoumy. Reporte adicional de Matt Spetalnick y John Walcott en Washington e Ingrid Melander en París. Escrito por Arshad Mohammed. Editado en español por Marion Giraldo)
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