Vídeos relacionados:
Desde que fuera clausurado en 1988 para una reparación capital que no llegó a ejecutarse, en enero de 2015, el legendario hospital infantil Pedro Borrás Astorga, en La Habana, pasó definitivamente a ser demolido por amenazas de derrumbe y falta de iniciativas para su rescate.
Actualmente, el área donde se encontraba el mítico edificio se ha mantenido inutilizable. Sin embargo, el reciente boom hotelero y la apertura de la Isla hacia la inversión extranjera pronostican la acogida, en esa cotizada zona capitalina, de un jugoso proyecto turístico.
Lo más leído hoy:
Se trata de un nuevo hotel, cuya edificación se encuentra bajo negociaciones entre el gobierno de la Isla y una compañía vietnamita, según reportaron a principios de mes medios oficiales.
A partir de conciliaciones con el Instituto de Planificación Física, el portafolio del Mintur presentado este año ha propuesto un total nueve proyectos de este tipo en la capital, con vistas a ampliar la capacidad de alojamiento de la urbe.
De acuerdo con agencias de noticias en la Isla, el estatal mixto Grupo Cubanacán está al frente de la negociación con la referida firma asiática para la posible apertura del hotel en el terreno comprendido por las calles 27 y G.
Igualmente, se informó que se encuentra en proceso de evaluación otro proyecto, con una empresa china, para el levantamiento de otro hotel en una parcela ubicada en la calle 23 y H, de la misma barriada.
Según reseña el portal Cubanet, en 1988 el hospital insignia de la pediatría latinoamericana, rebautizado Pedro Borrás Astorga por el joven estudiante de medicina que murió en Playa Girón, fue clausurado para su reparación capital con el auspicio de una fundación en Asturias (pues precisamente Borrás Astorga tenía ascendencia en esa región española).
Julio Damián, un electricista y vecino de la zona, dijo a ese medio que durante las obras, los constructores llegaron a sustraer y vender casi todos los materiales aportados por los donantes asturianos. “Fueron muchas las viviendas del entorno que fueron reparadas o remodeladas con estos insumos”, destacó el reporte.
Ante esta crisis y el poquísimo avance en las labores de rehabilitación, los ‘padrinos’ asturianos retiraron su apoyo y el hospital, joya de la arquitectura cubana, jamás logró recuperarse.
Inaugurado en 1934 en la céntrica Avenida de los Presidentes, arteria del Vedado capitalino, el Borrás -como se le conoce- mantuvo servicios hasta comienzos de la década de los 90, en la que después del infructuoso intento de reparación quedase abandonado por completo.
En su época de esplendor, la instalación prestó servicios en todas las especialidades médicas y quirúrgicas infantiles, con una capacidad de 500 camas. Su arquitectura estilo Art decó, en boga en aquel momento, lo distinguía como uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad.
Archivado en: