Las tribulaciones de una joven prostituta y su hijo lactante, en el filme Alanis, de la realizadora argentina Anahi Berneri, se ganaron las simpatías del jurado, y con ello el premio al mejor largometraje de ficción en la 39 edición del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, clausurado ayer en La Habana.
La cosecha de Corales, por parte de las realizadoras argentinas, incluyó otros premios mayores en las principales categorías de la competencia, como el triunfo de Zama, cuya directora Lucrecia Martel fue reconocida la mejor de la competencia. Este filme histórico y literario también ganó los premios correspondiente en cuanto al mejor sonido, dirección de arte y el que otorga la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica.
En valija diplomática llegarán a Argentina también los premios de La Habana en las especialidades de guión (Pablo Giorgelli y María Laura Gargarella por Invisible); y los galardones que estimulan o viabilizan la postproducción para los documentales Foto estudio Luisita (Sol Miraglia) y Silvia (María Silvia Esteve).
Las mejores debutantes del evento fueron las también argentinas Cecilia Atán y Valeria Pivato, dueto directriz de La novia del desierto, laureada con el Coral a la mejor Ópera prima, mientras que el premio a la mejor actuación femenina fue para Sofía Gala, actriz principal de Alanis. Este galardón fue compartido con Daniela Vega, la protagonista de Una mujer fantástica (Chile, Sebastián Leilo) ganadora también del Premio Especial del Jurado.
Jean Jean, el actor haitiano que protagoniza Carpinteros (República Dominicana) fue el seleccionado como mejor intérprete masculino, mientras que México alcanzó lauros como mejor fotografía (Restos de viento) y la cinematografía boricua fue distinguida a través del galardón en guión inédito, que debe contribuir a que se realice La pecera, de Glorimar Marrero (Puerto Rico).
El jurado de la Asociación Católica Mundial para la Comunicación (SIGNIS) se inclinó también por las realizadoras, pero procedentes de Brasil, y así reconoció con una mención a Plaza París, de Lucía Murat y entregó su premio al filme A tus ojos, de Carolina Jabor. De este mismo país procedía Baronesa (Juliana Antunes), premiado como el mejor del evento.
Para el cine cubano hubo pocos premios, aunque realmente destacados. En el acápite de guión inédito alcanzó una mención Kiribati, del actor, realizador y guionista Vladimir Cruz; el galardón al mejor cartel correspondió al del documental ¿Qué Remedio? La Parranda, mientras que el premio especial del jurado, en la categoría de animación, fue para el muy notable Los dos príncipes, de Yemelí Cruz y Adanoe Lima.
Por supuesto, Sergio y Serguei, tercer largometraje de ficción de Ernesto Daranas, se instaló en la preferencia del público cubano, que la aguardaba con ansiedad desde hace meses, y el filme alcanzó el Coral de la popularidad, a pesar de los contratiempos técnicos en las exhibiciones, que obligó a postponer sus exhibiciones, lo cual provocó todo tipo de suspicacias, evidentemente infundadas.
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