En los últimos años, cubanos radicados en Estados Unidos han intentado extender la práctica del tráfico de drogas en la Isla con el empleo de lanchas rápidas, afirmaron esta semana autoridades de la división Antidrogas del Ministerio del Interior de Cuba.
Según declaró a la televisión cubana el Coronel Juan Carlos Poey Guerra, jefe de la Dirección Nacional Antidrogas del Minint, los grupos que antes se dedicaban al tráfico de cubanos hacia EE.UU, después de las nuevas regulaciones migratorias, se han ajustado para continuar con el tráfico, pero esta vez de drogas.
“Es notoria la conversión de antiguas bandas de traficantes de personas en el área en traficantes de drogas, tras la disminución de la emigración ilegal por mar después de los acuerdos de 2016 entre Cuba y Estados Unidos” dijo Poey Guerra en el programa Mesa Redonda.
No obstante, el 92% de la droga incautada en Cuba es resultado de operaciones fallidas de narcotraficantes y de la acción de los servicios policiales en el área, que al ser sorprendidos echan la droga al mar y como resultado de las corrientes marinas llegan al territorio nacional, explicó.
Las autoridades también se mostraron preocupadas sobre los retos para el control de la entrada de drogas al país que suponen el aumento de la entrada de cruceros por la bahía de La Habana y la autorización reciente de acceso de embarcaciones de recreo al país por las marinas Hemingway en La Habana y Gaviota en Varadero.
De igual forma, se atienden los posibles tráficos a través de contenedores por los puertos cubanos, y por vías aéreas destacándose las incidencias lideradas también por cubanos residentes en el exterior.
Sobre el tráfico interno, el Coronel indicó que se caracteriza por la entrada aérea de cocaína y marihuana, el cultivo de marihuana y el consumo de medicamentos con alcohol. “Aunque ha habido algunas incidencias de sintéticos y crack fundamentalmente en La Habana”, señaló.
Durante el presente año 2017 se fortaleció la capacidad de descubrimiento de los principales escenarios de actuación de la delincuencia: el litoral costero, las zonas montañosas y la protección de la frontera estatal.
Se han detenido durante este lustro un total de 251 recalos que significaron unas 4,5 toneladas de droga. Igualmente, fueron investigados los autores de 18 escamoteos de drogas que han recalado en costas cubanas, con el encauzamiento de 65 nacionales y la ocupación de más de 41 kilogramos.
“El accionar de enfrentamiento permitió frustrar 47 operaciones por la vía aérea las cuales persisten a pesar de las sanciones impuestas”, indicó.
En tal sentido, Cuba mantiene cooperación internacional con los servicios homólogos de la INTERPOL y la Organización Mundial de la Aduana, con la que se realizan operaciones cooperadas.
Ya dentro de la Isla, se ocuparon 153 kilogramos de droga, más de 62 mil plantas de marihuana y 92 mil semillas. “Cuba es uno de los pocos países que cuentan semillas. Las medidas contra ello van desde el decomiso de tierras, viviendas y bienes adquiridos como resultado de la actividad”, dijo Poey Guerra.
En la Mesa Redonda también se informó que hoy circula internacionalmente el Canfentanilo que es 10 mil veces más fuerte que la morfina. Esta droga se utiliza para adormecer elefantes y la inhalación por parte de un ser humano puede provocar severos daños y hasta la muerte.
Sobre la diversificación a ‘ritmo alarmante’ de las rutas de tráfico internacional, autoridades estimaron que el 97% del traslado se realiza por el área marítima fundamentalmente cocaína con empleo de lanchas rápidas, buques portacontenedores, embarcaciones semisumergibles, barcos de pesa y aeronaves.
En 2016 se ocuparon en el àrea del Pacífico de nuestro continente alrededor de 500 toneladas de cocaína.
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