Un artículo publicado en Cubadebate, recogió los testimonios de las personas que cuidan día y noche la tumba del mandatario cubano Fidel Castro en el Cementerio Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba.
“Yo le digo que no hay palabras para explicar lo que se siente, sin duda vivo orgullosa de mi trabajo y se lo hago saber a todo el que tenga la oportunidad”, declaró Mirtha Miranda Silegas, una de las trabajadoras del lugar.
Mirtha antes cuidaba con similar dedicación la famosa tumba de José Martí, en el mismo cementerio, pero desde la muerte de Fidel Castro, según ella, cuidar de la tumba del líder cubano ha sido “lo máximo”.
“Antes del 4 de diciembre del 2016 nos ocupábamos de la limpieza del mausoleo a José Martí, eso ya era muy importante en nuestras vidas. Después de esa fecha nos escogieron también para atender la zona de la piedra que protege a nuestro Fidel, y se convirtió en lo máximo, lo más grande que nos pudiera pasar.
“¿Usted se imagina? Día por día nos acercamos a esa roca, pasamos el paño por el mármol donde se inscribe en bronce su nombre, ponemos a cada lado una rosa blanca y las cambiamos en el transcurso del día si se marchitan, estamos siempre atentas a cada detalle para que todo esté a la altura que él merece…”, asegura Mirtha.
En Santa Ifigenia también descansan los restos de varias figuras paradigmáticas de la historia de Cuba como Mariana Grajales, Carlos Manuel de Céspedes, los caídos en misiones internacionalistas, los mártires del 26 de julio de 1953.
El área destinada a estas personas la trabajan Eduardo Landa, Onelio Cid, Gabriel Pérez, Noel Navea, Arturo Cruz, Yordanis Cabrera, Ismael Palacio y Rafael Hechavarría. Todos ellos se dedican a mantener los jardines, los alrededores limpios y custodian el lugar.
Eduardo Landa dijo a Cubadebate: “Nos complace que las personas expresen su admiración por lo bonito de la jardinería, nunca hemos recibido un señalamiento por algo mal hecho o descuidado, y quienes pasan un tiempo sin venir y luego regresan no dejan de hablar de cómo están de cuidadas las plantas, y ahí mismo uno se siente feliz de saber que el esfuerzo que hacemos se nota y se queda grabado en fotos y videos que recorren el mundo entero”.
A pesar de que hay varias tumbas de mártires cubanos en ese camposanto, evidentemente la de Fidel Castro se ha vuelto una prioridad para los trabajadores. Y no solo para ellos, sino que también es una atracción para turistas y un lugar para los seguidores en la Isla de quien fuera presidente del país por más de medio siglo.
Entre las anécdotas que algunos de los trabajadores recuerda está, por ejemplo, la de la anciana de 94 años que llegó a la tumba de Castro desde Yateras, y “que bajó lomas, cruzó ríos, pasó lo inenarrable… pero estaba allí, y muy a pesar de sentimientos encontrados dijo a todos que era feliz”.
Con información de Cubadebate.
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