Esta “heroína” despertó delirantes furores entre los cubanos, cuando en la década de 1980 acaparó titulares en revistas y periódicos de medio mundo.
Este animal formó parte de ese caudal inagotable de triunfos y victorias que los medios estatales cubanos amplificaron sin medida, ante el fuego cruzado de propagandas que exigía la guerra fría.
De hecho, su hazaña fue un proyecto original de Fidel para derrocar la primacía de una vaca estadounidense nombrada Arlinda Ellen, recordista mundial del momento con la nada despreciable cifra de 80 litros diarios.
De tal modo, Ubre Blanca debía derrotar a aquella adversaria norteña, y demostrar con litros de espumosa leche que las vacas socialistas eran más productivas que las capitalistas. Dicho así pareciera una broma, pero a ello se resumió este frenético episodio que tuvo por protagonista al mítico rumiante.
Una vaca escogida para ser famosa
Ubre Blanca fue seleccionada de un rebaño de unas 120 becerras, a partir del llamativo volumen de su ubre, que sería a la vez bendición y tormento para el animal. Desde ese preciso instante recibió alimentación y cuidados especiales, y el propio presidente cubano la visitaba con frecuencia a fin de presenciar con sus propios ojos como se iba fraguando aquella victoria.
Tanto el Comandante como los demás miembros de su equipo, monitoreaban y llamaban constantemente a la finca “La Victoria”, en la Isla de la Juventud, donde esta vaquita sagrada tenía su establo climatizado y música clásica perenne.
Según explica el documental “La Vaca de Mármol” producido en 2013, por el director Enrique Colina, diariamente el noticiero de televisión y las emisoras de radio se hacían eco de la cantidad de litros ordeñados en un parte oficial que resumía los resultados del día, la semana y el mes en cuestión.
En ese estado de vigilia cercano al paroxismo vivió el pueblo cubano durante algunos meses, hasta que el 25 de enero de 1981 la vaca produjo 109 litros, batiendo con creces el récord mundial. La Organización Mundial de la Salud recomienda un consumo diario de leche de entre 500 y 600 ml para niños de entre uno y tres años. ¿A cuántos podría haber alimentado Ubre Blanca?
Fue entonces cuando un delegado del libro de los récords Guinness viajó hasta la isla para visitar al portentoso animal acompañado por Fidel Castro y una treintena de reporteros. A partir de ese momento se trató con mayor devoción al animal, al que se presentó como uno de los incuestionables logros de la Revolución cubana.
El Libro Guinness, por su parte, registró igualmente su producción de 24.268,9 litros de leche en 305 días comprendidos entre 1981 y 1982, lo que supondría unos 80 litros por día.
La vaca murió de cáncer
Pero su dicha duró bien poco, aunque no así su monarquía absoluta ni la devoción de los cubanos. Tras alcanzar el estrellato el animal enfermó de cáncer y falleció en 1985, a la edad de 13 años. De un lado algunos sostuvieron que se trató del resultado natural producido por el estrés, mientras que hipótesis más osadas hablaron de un atentado imperialista que buscaba exterminar a aquella campeona socialista.
Entonces se le rindieron honores, el periódico Granma le dedicó una nota necrológica a página completa, y fue disecada para exponérsele en la urna de cristal que aún hoy la exhibe en el recibidor del Centro Nacional de Salud Agropecuaria.
Igualmente se le erigió una colosal escultura de mármol blanco en la finca donde vivió Ubre Blanca para inmortalizar aquella proeza. Igualmente se hicieron gestiones para clonarla, y todavía en 2002, el gobierno cubano anunció un proyecto con esas intenciones dado que se recolectó su material genético antes de morir.
A pesar de los años, muchos no olvidan a esta supervaca que hizo historia, y hoy forma parte de esas notas curiosas que retan la cordura de cualquiera.
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