La Habana, 19 ene (EFE).- El primer complejo eólico, que se construye con tecnología china al norte de Las Tunas, arrancará a finales de este año. La idea es que aporte 101 MegaWatt (MW) al sistema energético cubano.
En julio pasado la provincia inauguró su primer parque de paneles solares, que prometía cubrir el 50% del consumo eléctrico en el municipio de Puerto Padre. Sin embargo, en octubre el Gobierno local admitió que funcionaba a medio gas porque le faltaba lo principal: los paneles solares. Según explicaron, se debía a que había que importarlos del extranjero.
Las instalaciones del primer complejo eólico, según el diario Granma, se ubicarán en el municipio tunero de Jesús Menéndez y constarán de dos parques que serán "los mayores de Cuba, pues los que existen hasta este momento son básicamente experimentales", explicó la ingeniera Adela Álvarez, responsable de la Dirección Integrada de Proyectos Eólica.
El Gobierno cubano quiere cambiar su matriz energética de forma que para el año 2030 el 24% de la energía de la Isla (alrededor de 2.300 megavatios) provenga de fuentes renovables, fundamentalmente de centrales bioeléctricas y parques solares.
El primero de los parques, llamado La Herradura-1, contará con 34 aerogeneradores Goldwing de 1,5 MW cada uno y cinco circuitos, mientras La Herradura-2 dispondrá de 20 aerogeneradores Dong Fang de 2,5 MW y cinco circuitos.
"Aspiramos a tener para diciembre al menos un circuito en funcionamiento", señaló Álvarez.
En la actualidad se trabaja en las obras del centro de apoyo logístico, la villa de los trabajadores y los viales de acceso al complejo y también se realizaron estudios para determinar la mejor ubicación para los aerogeneradores.
El especialista principal del grupo técnico del proyecto, Miguel Casí, estimó por su parte que el primer parque permitirá un ahorro anual de más de 39.700 toneladas de combustible, mientras que el segundo posibilitará ahorrar otras 39.000 toneladas.
La isla tiene en el abastecimiento de combustible uno de sus principales retos y busca reducir su dependencia energética del crudo subsidiado de Venezuela, un suministro que en los últimos dos años se ha debilitado considerablemente por la crisis económica en el país suramericano y la caída de los precios del petróleo.
Se estima que en estos momentos la Isla recibe 55.000 barriles diarios de su principal socio frente a los más de 100.000 que llegó a recibir en los mejores momentos del acuerdo de cooperación firmado por los dos países en 2003.
Entre los proyectos para el cambio de matriz figuran también la instalación de calentadores solares, la puesta en marcha de módulos solares fotovoltaicos, la sustitución de millones de bombillas tradicionales por luces LED, la venta de cocinas de inducción y el bombeo de agua con energía solar en la agricultura.
En este momento, según datos oficiales difundidos en diciembre de 2017, las renovables aportan 87,5 megavatios al sistema eléctrico nacional, aunque para este año se espera alcanzar los 283.
El objetivo para 2030 es que las energías renovables sumen al sistema 2.334 megavatios, de los que 872 procederán de 25 centrales bioeléctricas; 700, de energía solar fotovoltaica; 656, de 14 parques eólicos, y los restantes 106 de pequeñas centrales hidroeléctricas (74) y plantas de biogás industrial (531).
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