Dos opositores cubanos, Francisco Rangel y Caridad Burunate, recibieron en días pasados sendas citaciones policiales emitidas por el oficial Yosbel Benítez Prieto, para que comparecieran en la unidad policial de Colón, provincia de Matanzas, Cuba, donde se les impuso a cada uno una multa de mil pesos moneda nacional bajo el cargo de "propagación de epidemias".
Ambos relataron al diario Martí Noticias que el "delito" no es otra cosa que repartir comida elaborada entre los más necesitados del pueblo, un proyecto al cual le han dado el nombre de Capitán Tondique, en honor a Margarito Lanza Flores, fusilado por oficiales del régimen cubano el 2 de marzo de 1962
Aunque les fueron ocupados sus utensilios de cocina hace alrededor de un año, su labor filantrópico-culinaria no se vio mermada por este percance. Ambos continuaron haciendo lo mismo, y por ello fueron multados.
Según Burunate, en la Unidad policial le dijeron que su labor humanitaria contribuía a propagar epidemias dentro de la población.
“Nos quitaron las neveras, vasos cubiertos (…) calderos, (sacos con) carbón, la mesa y el equipo de mi papá para soldar, un saco de arroz. Todas esas cosas nos las quitaron… los bancos de las personas sentarse, manteles…”, dijo a Martí Noticias la hija de Burunate, Yelena Marrero Burunate.
El proyecto humanitario lleva apenas tres años y medio de fundado.
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