Si estuviste becado en los 90 en Cuba, estos 5 alimentos ya no querrás volver a verlos

De más está decir que no se trata de algo general, y que muchos seguramente amarán estos alimentos que aparecen en la lista. Pero algo es cierto: en los comedores de las escuelas al campo o las becas, el menú del día casi siempre era el mismo.

Por tanto, muchos cubanos crecieron “odiando” algunos platos que en realidad son también exquisitos. La poca elaboración, la falta de ingredientes para prepararlos y la frecuencia con que había que comerlos en las escuelas cubanas, hicieron que muchas personas no quisieran volver a probarlos durante el resto de sus vidas. Aquí ponemos una lista de 5 de estos alimentos:

1- Las lentejas

A pesar de que la lenteja es un grano sumamente apreciado y elaborado en todo el mundo, en Cuba se cocina verdaderamente poco. Durante años sirvieron lentejas en las escuelas de la Isla, y los estudiantes decían que sabían a tierra. No obstante, un buen potaje de lentejas con carne o vegetales, es muy sabroso.

2- Los chícharos

Lo mismo sucede con los chícharos. La gente veía en el menú del día la palabra “chícharos” y le daba arcadas. El grano quedaba debajo en la bandeja y el caldo arriba, nunca cuajaban. Pero unos buenos chícharos, como las lentejas, no tienen comparación.

3- La soya

Aunque la soya es uno de los alimentos más reconocidos en todo el mundo por sus propiedades nutritivas, en Cuba muchas personas le han hecho rechazo. Hubo un momento en el que varios alimentos eran elaborados o mezclados con soya: picadillo de soya, yogurt de soya... Ya nadie quería comerlos.

4- Cerelac

En el desayuno, muchas veces se mezclaba un polvo con agua que la gente solía llamar “cerelá”. Lo cierto es que el cerelac es un alimento compuesto de harina de trigo, que presenta muchas vitaminas y minerales. ¡Pero sabrá Dios qué nos daban de desayuno por esos años!

5- Harina con huevo

La escasez de alimentos en esos años hizo que en los hogares cubanos en general la harina fuera un plato casi diario. Si se le agregaba un huevo, entonces mejor. Muchos han seguido con esa costumbre de comer harina con huevo. ¿Recuerdas esos tiempos?