Correos de Cuba admite que atraviesa una situación crítica en Holguín. Según informa el diario local Ahora, los autos que se utilizan para llevar correspondencia, prensa y paquetes a los diferentes municipios de la provincia tienen 20 años de sobreexplotación.
Los trabajadores de la empresa reclaman continuamente una solución al problema, pero lejos de llegar, las protestas contrarían a Josué Suárez Rojas, subdirector de logística y transporte de la compañía. Ante tantas exigencias el directivo termina dando su brazo a torcer: "La situación es crítica. Aun así trabajamos de domingo a domingo, vamos a todas partes de la provincia. Con esos carros recorremos diariamente cientos de kilómetros para llegar más allá de las cabeceras municipales y por caminos en muy mal estado, algo que complica la situación y hace que las roturas se multipliquen".
La empresa ha diseñado cuatro rutas de Correos. La de Moa recorre también los municipios Frank País, Sagua de Tánamo, Mayarí, Felton, Nicaro, Levisa y Guaro. La de Banes pasa por Báguano, Antilla y Rafael Freyre. La de Gibara abarca Floro Pérez, Boca, Uñas y Velasco y la de Holguín incluye a San Germán, Calixto García, Mir, Cacocum y los Consejos Populares de Cristino Naranjo y Antonio Maceo. Esta última ruta aglutina localidades casi incomunicadas como Mir, donde los vecinos aseguran que ningún carro entra al poblado ni pagando 50 CUC y comunidades rurales de Cacocum, como La Rosal, donde el agua llega aún tirada por bueyes.
Las carros que utiliza Correos en Holguín siguen en pie a base de inventos y sus conductores se pasan el día en el taller, con grasa hasta las cejas porque la empresa hace años que no invierte en piezas de repuesto ni motores. Para empezar no hay dinero y "hay que resolver como se pueda". Pero a estas alturas ya no se puede seguir tapando el sol con un dedo. El propio subdirector acepta la realidad: "El deterioro es mucho".
Juan Carlos, uno de los trabajadores de la empresa, se quedó dos días tirado en Moa porque allí se rompió el carro de Correos. Pero también hay empleados que han tenido que dormir en mitad de una carretera oscura por culpa de una avería. Otros han tenido peor suerte: su auto ha muerto definitivamente y han tenido que abandonar su puestos de conductor para encargarse de la limpieza del taller y de labores de mecánica.
La situación podría ir a peor. Ahora mismo, los periódicos ya no llegan a diario a Sojo la Presa, en Cueto; Arroyo Seco, en Mayarí; El Manguito, en Frank País ni a Cayo Grande, en Moa. El gran reto de los repartidores de Correos es que en los días de lluvia la prensa no llegue mojada. Que sigan distribuyéndose los diarios oficialistas depende de que se tomen medidas urgentes, según informa el rotativo Ahora.
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