La última de las perlas del voleibol femenino cubano, la jovencita cienfueguera Melissa Vargas, se encuentra en Suiza, país en el cual se desempeñará como jugadora del Club Volero, donde también compite su coterránea Rosir Calderón.
En una entrevista exclusiva para la revista WorldofVolley, la sureña confirmó haber firmado un contrato con el Club Suizo para la temporada 2017-2018, y dijo estar agradecida de que este le diera la oportunidad de representarlos.
"Como jugadora joven, deseo crecer, disputar partidos fuertes que me ayuden a ser mejor “.
Con 18 años de edad, Melissa se convirtió en toda una revelación del voleibol cubano y mundial, tras su debut en una selección nacional de mayores teniendo apenas 14 años.
Sin embargo, su físico se resistió a las exigentes cargas que aún para una atleta "mayor" son fuertes, y tiempo después tuvo una lesión en un hombro, la cual se convirtió en objeto de controversia entre su familia y la Federación Nacional de Voleibol de Cuba. Melissa, a pesar de ser una menor de edad, ya estaba "contratada" por el Club Checo VK Prostějov.
Esta sería la génesis de la disputa, entre los federativos cubanos y su familia, la cual se negó reiteradamente a ofrecer declaraciones sobre los sucedido. Fuentes allegadas al entorno familiar de la atleta aseguran que la Federación Cubana quería "supervisar" la recuperación de la atleta, pero en la capital, al tiempo que la familia insistía en que lo hiciera en su provincia natal.
El objetivo de la supervisión era - aseguran las fuentes - "soltarla al ruedo" tan pronto estuviera lista. Vale apuntar que, durante este tiempo, la Federación no aportó financieramente nada a la joven, aseguraron las fuentes a CiberCuba.
Melissa, declinó hacer comentarios al respecto durante la entrevista, y dijo que ha completado el tratamiento médico post operatorio, que se encuentra lista para continuar en su carrera, y que no lamenta que la Federación Nacional Cubana la haya sancionado por los próximos cuatro años, perdiéndose así, el Campeonato Mundial que tendrá lugar este año.
Esta sanción estaría relacionada con la firma que Melissa hizo con el Club suizo "a espaldas de la Federación". Al respecto, confesó la atleta:
“No tengo excusas. Aprendí siempre a mirar hacia adelante y no volver al pasado. Tengo mis metas y estoy dispuesta a trabajar duro para convertirlas en realidad “
Melissa, el talento más significativo del voleibol cubano en los últimos años se suma así a la pléyade de voleibolistas cubanos de ambos sexos que han roto durante los vínculos con la Federación Cubana, a la que acusan de no preocuparse por sus problemas, en sentido general.
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