Varadero recibió alrededor de 1,7 millones de visitantes el año pasado. Cerca de 20.000 turistas pasan cada día por la ciudad balneario más importante de Cuba, cuya población supera los 21.000 habitantes. Sin embargo, en un año récord para el turismo, el Gobierno cubano sólo concedió 26 de las 200 licencias para alquilar casa que le solicitaron los vecinos de la zona, según han asegurado a CiberCuba cuentapropistas a los que les han denegado el permiso. Los jóvenes fueron rechazados porque "no necesitan eso" y les sugirieron que aceptaran un trabajo en Comunales.
Las autoridades explican que la restricción de las licencias a negocios no estatales en Varadero responde al propósito de mejorar la imagen de la península de Hicacos, declarada de alto interés turístico. Esta directriz política afecta no sólo a las personas que quieren alquilar sus viviendas. También a quienes tienen establecimientos gastronómicos. A todos se les prohíbe usar jardines, portales o patios que den al exterior de las casas para montar un restaurante o una cafetería o cualquier tipo de negocio por cuenta propia. Está prohibido.
En febrero del año pasado existían en Varadero 400 casas particulares de alquiler y 11 paladares, según publicó la Agencia Cubana de Noticias. Un mes antes, la Gaceta Oficial de Cuba publicó la convocatoria para otorgar nuevas licencias. Los aspirantes a vivir de la renta de habitaciones vieron el cielo abierto y se pusieron las pilas para reunir todos los requisitos que les pedían: propiedad de la vivienda, estar residiendo en la casa, no haber modificado el inmueble, tener una situación económica precaria y, por supuesto, una conducta intachable en el Comité de Defensa de la Revolución. En ninguna parte decía que la edad contaba.
Situación económica precaria y habitaciones de lujo
Los interesados tuvieron que ir al Ministerio de Trabajo a solicitar la licencia, cuya convocatoria estuvo abierta hasta el 2 de mayo. Uno de estos candidatos, que prefiere mantener el anonimato, asegura a CiberCuba que allí trataban muy mal a la gente. A este ciudadano, particularmente, le cayeron malas contestaciones porque con una casa de cinco cuartos en Varadero no encajaba, a simple vista, en el perfil de bajos ingresos que se estaba exigiendo para conceder los permisos. Al no tener sueldo por no trabajar, le enviaron inspecciones sorpresa, que le solicitaron facturas de agua, teléfono y luz, que fueron comparadas con los ingresos que había declarado.
Sin embargo, la situación económica precaria que exigía el Ministerio de Trabajo a los cuentapropistas que aspiraban a alquilar su casa en Varadero no concuerda con las exigencias del nivel de confortabilidad de las habitaciones a alquilar que se exige desde el Ministerio de Turismo: todos los cuartos tienen que tener televisores, minibar, aire acondicionado, tres toallas y una sábana por persona.
Con todo el papeleo hecho, sólo quedaba esperar respuesta el 2 de junio, según anunció el Noticiero de la Televisión Cubana. Diez meses después no había noticias, así que este cuentapropista volvió al Ministerio de Trabajo con la intención de saber cómo iban los trámites. La jurídica de esta entidad, que responde al nombre de pila de Mayte, se lavó las manos. Dijo que no sabía nada. A las 26 personas que a esas alturas ya les habían concedido la licencia les dijeron en el Ministerio de Trabajo que no podían decírselo a nadie.
Secreto absoluto
Para entonces él ya sabía que todas las comisiones habían aprobado su caso. ¿Por qué no le dieron la licencia si cumplía con los requisitos? Finalmente supo que el "No" que le ha dejado sin trabajo le cayó desde el Consejo de Administración de Varadero. Le dijeron que él estaba sin trabajo porque quería, que era joven y podía conseguir un puesto en Comunales.
Fue entonces cuando lo enviaron a hablar con el Gobierno de Matanzas. Pero fue una maniobra de distracción. "Esta información era errónea a propósito", dice el cuentapropista que se quedó sin licencia.
Finalmente encontró una explicación. Las licencias, le dijeron, se las habían otorgado a personas mayores que vivían de la pensión, pero con lo chiquitico que es Varadero enseguida se corrió la voz de que a una persona que trabaja en el Ministerio de Trabajo en Varadero, con una hija viviendo en el exterior, se la habían concedido. "Realmente no nos interesa a quién se lo dieron, nos molesta la injusticia", explica a CiberCuba.
"Los jóvenes no necesitan eso"
Así que este cuentapropista habló con la responsable de arrendamiento en Varadero, que responde al nombre de Brígida. "Me dijo que no habían dado la licencia porque yo era muy joven y tenía un mundo por delante y no necesitaba eso. Aunque no me dejan escoger, parece que hay que hacer lo que ellos quieran y no lo que uno elija", añade el damnificado por las restricciones para alquilar viviendas en la ciudad balneario (y en toda Cuba desde el verano pasado cuando se paralizó la entrega de licencias para alquileres turísticos).
Con el tiempo se ha enterado, además, de que a personas mayores que viven solas o sufren una enfermedad también les negaron la licencia y que hay más casos de cuentapropistas con ingresos que sí las consiguieron, según este afectado. "Lo resolvieron por otros medios", apunta.
Este cuentapropista lamenta que el único futuro que imagina para él el Gobierno de Cuba es un puesto en Comunales limpiando calles y recogiendo la basura. "En Varadero las licencias para trabajar por cuenta propia están suspendidas desde 2012. El año pasado sólo se podía solicitar para cuidar ancianos y niños, repasador y cuidador de baños públicos. Aquí los trabajadores por cuenta propia no pueden contratar a nuevos empleados y la Agencia de Empleo de Cubanacán, que era la única oportunidad que había, está cerrada", concluye.
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