Vania Borges, Ivette Cepeda, Yaima Sáez y, por supuesto, Omara Portuondo, se unirán en un homenaje a Elena Burke, una de las mejores cantantes cubanas de todos los tiempos, el próximo 28 de febrero en la Sala Covarrubias del Teatro Nacional. También están invitados los trovadores Raúl Torres y Nelson Díaz.
En la Sala Covarrubias también se inaugura una exposición de arte digital, del artista de la plástica Santos Toledo que recorre la vida personal y artística de la popular cantante nacida en 1928 y fallecida en 2002, y que cumpliría el día 28 noventa años. Es por ello que se organizó este concierto-homenaje, dirigido por Lester Hamlet, quien concibió el espectáculo como una suerte de serenata, básicamente a guitarra, muy cerca del estilo interpretativo de la Señora Sentimiento, como también se le conocía.
En el concierto se escucharán grandes éxitos de Elena como Lo material, Si me comprendieras, Yo no soy tu amiga, Mil congojas, Duele, Me contaron de ti y Palabras. En la Sala Villena de la UNEAC, a las tres de la tarde del 28 de febrero, hay un coloquio sobre Elena Burke en el que intervendrán los reconocidos intelectuales cubanos Nancy Morejón, Olga Navarro, Pedro de la Hoz y Sigfredo Ariel.
La carrera de Elena Burke se inició en la radio a finales de los años cuarenta, en la Corte Suprema del Arte. Antes de iniciar carrera como solista, Elena perteneció al conjunto Las Mulatas de Fuego (1947), el trío Las Cancioneras y los cuartetos de Facundo Rivero, Orlando de La Rosa y de la pianista Aida Diestro. Precisamente el cuarteto Las D’Aida, junto a Moraima Secada y Omara y Haydée Portuondo, se constituyó, desde 1952, como el mejor conjunto vocal femenino de la historia de la música cubana.
Aunque en 1959 graba con Meme Solís el disco de larga duración La Burke canta, y los cronistas de espectáculos la proclaman "La mejor intérprete del año", es en los años sesenta cuando su voz de voz de contralto devino protagonista del filin, aunque también cultivó el bolero, la canción pop, el son y la balada romántica.
Desde esta época, adquirió enorme prestigio por cantar a capela, o acompañada solo por una guitarra, en los ambientes nocturnos y bohemios de aquel entonces pues fue la reina del Saint John, el Club 21, el Pico Blanco. Pero también se hizo acompañar por grandes orquestas, como ocurre en Persistiré, de Rubén Rodríguez, que popularizó con la orquesta Aragón en 1967, o Si te contara (Félix Reyna) y Me encontrarás (Tania Castellanos), en las cuales es acompañada por la orquesta de Enrique Jorrín.
Paulatinamente, Elena devino la mejor intérprete de importantísimos compositores cubanos: José Antonio Méndez (La gloria eres tú, Si me comprendieras, Me faltabas tú), César Portillo de la Luz (Tú, mi delirio, Son al son), Frank Domínguez (Refúgiate en mí, Me recordarás), Piloto y Vera (Duele, Mi sentimiento), Marta Valdés (Llora, Palabras), Juan Formell (De mis Recuerdos, Lo Material) y Pablo Milanés (Mis 22 años, Llegaste a mi cuerpo abierto, Ámame como soy), entre muchos otros.
Elena Burke se mantuvo cantando, con su voz intacta y espléndida, hasta el último de sus días. Ofreció un último concierto sentada en silla de ruedas, en el Teatro Nacional. El público prefiere recordarla dueña absoluta del escenario, como en aquella célebre gala del concurso Guzmán, cuando inundó el inmenso espacio del Karl Marx cantando Del son al son, junto a la Orquesta Aragón.
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