Quienes pensaban que el poder de Yonder Alonso en 2017 era un asunto de magia, quedó boquiabierto esta tarde al ver cómo el zurdo cubano pegaba un descomunal bambinazo en el primer partido de Spring Training de los Indios de Cleveland.
Ocurrió en la 2da entrada, cuando el lanzador Sal Romano, de los Rojos de Cincinnati, le quisó abrir con recta en una conteo y el cubano perdió la pelota en la tarde desértica de Arizona.
Alonso, quien firmó con Cleveland para intentar rellenar el puesto vacante dejado por el dominicano Carlos Santana, acordó contrato de dos años y 16 millones en diciembre pasado.
El nacido en La Habana tuvo su mejor temporada desde que llegó a Grandes Ligas el año pasado. En un 2017 inolvidable pegó 28 jonrones entre Oakland y Seattle y empujó 67 carreras. Su gran campaña de 2017 ayudó a un contrato con buenos dividendos.
Ahora se halla en una franquicia competitiva que busca volver a la Serie Mundial desde que cayera en 2016 con los Cachorros de Chicago. Necesita de una primavera estable que pueda brindarle la confianza para demostrar que el año anterior no fue un asunto de magia.
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