El problema de la vivienda impacta diariamente a familias que viven en condiciones de miseria e insalubridad. Este es el caso de las más de 200 personas que residen en Macondo, una pequeña población situada a unos ocho kilómetros de San Antonio de los Baños.
Según reveló 'Martí Noticias', más de 70 familias residen en un antiguo preuniversitario que fue transformado en un "edificio multifamiliar".
Las antiguas aulas con las ventanas rotas son el hogar de personas que no tienen libreta de abastecimiento ni dirección postal.
Para llegar a este enclave de pobreza hay que fijarse en la señal que aparece en la carretera que une las provincias de Artemisa y La Habana.
"Muchas veces mis hijos se tienen que pasar el día sin comer porque el dinero solo alcanza para el transporte cuando van a la escuela. Yo soy profesora y pago un crédito al banco. El salario se me reduce a unos 300 pesos, y con eso nos da apenas para subsistir", denunció al citado medio una vecina.
La situación para estos residentes no tiene visos de mejora. Según informó una residente, cualquier intento por buscar vías para ganarse el sustento termina con la presencia de los representantes policiales.
"Yo me metí aquí a la fuerza porque no tenía donde vivir, y nadie nos quería ayudar. Nosotros pasamos mucho trabajo porque aquí no pasa ni el panadero, y cuando alguien intenta hacer algún negocio para subsistir, enseguida llaman a la policía", afirmó a la mencionada fuente.
Estos ciudadanos forman parte de la extensa relación de rostros que sufren la falta de soluciones a la crisis que sufre el país en el sector de los hogares, una situación similar a la que viven 300 cubanos en el antiguo matadero Antonio Maceo en Lawton, La Habana.
Desde 2009, ocho años más tarde de su cierre, conviven en este espacio varias familias en condiciones precarias y en medio una tensa relación con las autoridades cubanas.
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