La fragilidad de la vida y el paso implacable del tiempo volvieron a estar en el centro de la oratoria del destacado intelectual cubano Eusebio Leal Spengler, de 75 años, quien recientemente rebasó una grave enfermedad.
En el escenario del teatro Milanés de Pinar del Río y con la Feria Internacional del Libro como telón de fondo, el Historiador de La Habana reflexionó desde distintos ángulos sobre el tiempo como categoría y acerca de la voluntad de trascendencia.
“Lo más importante de todo es la obra, porque nos rebasa”, dijo. “Hago votos porque también me salve a mí”.
Durante sus palabras, Leal mantuvo embelesado a un auditorio que supo reconocer, más allá de divergencias de cualquier índole, la estatura intelectual del merecedor -entre decenas de condecoraciones- de la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica y miembro de la norteamericana Sociedad Smithsonian.
“No uso computadora porque soy un dinosaurio que no pertenece a esta modernidad, sino a una modernidad pasada”, confesó. “Y no uso celular porque cuando vi que se me acababa el tiempo decidí que no necesitaba un aparato por el que me atormentaran continuamente. Cuando alguien quiera encontrarme, que levante una piedra y ahí estaré”.
Y más adelante, sentenció: "Antes solía decir que el tiempo se iba volando. Pero el que se va volando soy yo. El tiempo es grave".
En la Feria, que le está dedicada en esta vigésimo séptima edición, están a la venta varios títulos firmados por Leal, entre ellos Fiñes, Hijo de mi Tiempo, Eterna Sapiencia y Carlos Manuel de Céspedes. El Diario Perdido.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: