El escritor cubano Leonardo Padura se ha mostrado últimamente un tanto cínico. En recientes entrevistas que le han hecho sobre su nueva novela La transparencia del tiempo ha declarado más de una desfachatez.
El autor de El hombre que amaba a los perros ha dicho cosas como que Donald Trump es "el pecado que están pagando los propios norteamericanos por su manera de pensar".
Argumentando, además, que "en Estados Unidos fue más fácil que hubiera un presidente negro antes que una presidenta mujer. Es una sociedad muy complicada".
A tan ilustre novelista no se le puede tildar de ignorante. Todos los que hemos leído sus obras coincidimos en que Padura es un escritor con muchísimo talento. Si algo se le puede señalar al ensayista es su falta de coraje, transparencia y doble rasero cuando intenta hablar de política.
Siguiendo el guión del régimen cubano Padura despotrica al referirse al vecino del norte, pero a la vez evita referirse a la política del país donde vive.
Los cubanos llevan más de medio siglo con el pecado capital del sistema comunista donde 100% seguro ninguna mujer podrá ser presidenta mientras esté la oligarquía castrista. Mucho menos un negro.
Si por pensar los americanos se encasquetaron la "maldición Trump" ¿qué podría decirse de los pobres cubanos que tienen prohibido cavilar? Donde una sola familia (los Castro) lo único que ha dado a su país ha sido una terrible condena en todos los sentidos.
Padura olvida descaradamente a colegas tan dignos como Reinaldo Arenas y Guillermo Cabrera Infante, por solo citar dos ejemplos, a los cuales el régimen que idolatra los condenó al ostracismo literario solo por pensar diferente.
No he visto sociedad más complicada que la cubana. Al ver hablar a Padura creo convincentemente que ésta es masoquista. ¿Cómo puede un escritor del calibre de Padura dar un espaldarazo a un régimen dictatorial que ha cortado la esperanza y aliento espiritual de millones de personas? Solo un nombre hay para esto: cinismo.
No hay dudas de que el creador del personaje Mario Conde romancea con el régimen cubano. Sus palabras, dichas en lugares estratégicos, demuestran la actitud mezquina y descarada de este hombre que nació en La Habana cualquier día de 1955.
Pero ahí no termina la insolencia de Leonardo, parece ser que en el ocaso de la era castrista, el escritor quiere ganar alguna que otra relevancia política (¡y eso que no le interesa!) y argumentó que "la cifra de muertos de cubanos en la guerra de Angola es ridículamente baja y que la mayoría de ellas fueron por enfermedades o accidentes".
¿Se puede ser tan cínico e indolente? ¿Dónde quedan los valores de Padura al faltar el respeto de los dolientes de estos fallecidos en un conflicto que al final para lo único que sirvió fue para aumentar la riqueza e ideología de sus mandamases?
No hay dudas de que el creador del personaje Mario Conde romancea con el régimen cubano. Sus palabras, dichas en lugares estratégicos, demuestran la actitud mezquina y descarada de este hombre que nació en La Habana cualquier día de 1955.
Es obvio que no le interesa el bienestar de sus paisanos. Prefiere mantener la riqueza obtenida adulando a un Gobierno asesino y violador de derechos humanos. Quizás para que no le veten más guiones como aquel de la película Regreso a Ítaca. Cualquier cosa por defender sus intereses.
Me gusta el Padura escritor, mas me decepciona enormemente el hombre, el ser humano, el cubano de a pie que una vez fue. Solo le animo a que tenga más valor. Y así como dice que con el nombramiento de Trump como presidente se muestra un desgaste peligroso de la democracia, diga también que la misma fue frenada en su país cuando los Castro llegaron al poder.
Creo que Leonardo Padura debería reiniciarse y, en el proceso, eliminar su cinismo. Es un defecto bien fachoso éste. Es mejor que siga con sus novelas. Talento le sobra. Parece ser que lengua viperina también.
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