Decir que en Cuba hay baches que parecen piscinas no es una exageración a la vista de estas imágenes, compartidas en el grupo de Facebook “Contramaestre Libre”, que muestran un bache gigante que se encuentra ubicado en la calle principal del hospital “Orlando Pantoja Tamayo”, en el municipio Contramaestre (Santiago de Cuba).
En el vídeo se ve primero cómo un grupo de personas ayuda a desatascar un auto que ha quedado hundido en el bache, convertido en una pequeña piscina de fango y agua, trampa mortal para choferes incautos. Más suerte y maña tuvo el conductor de la ambulancia que se ve poco después, al que seguramente lo ayudó la experiencia adquirida, teniendo en cuenta que cerca hay un hospital y que debe haber transitado en innumerables ocasiones el "padre de todos los baches".
La nota compartida añade que “los funcionarios del (PCC) no hacen nada para arreglar las calles”, pero es que en realidad el mal estado de las vías ―incluidas avenidas importantes y autopistas― es un viejo y creciente mal de la circulación vial en la Isla, lo que constituye un inmenso peligro para el tráfico, y una de las causas más importantes de la elevada tasa de accidentes en el país, que atraviesa una gran crisis en lo que respecta a la cifra de siniestros viales en el primer trimestre de 2018.
Paraíso por excelencia de los mosquitos aedes aegypti cuando se llenan de agua por la lluvia, a los baches en Cuba se les respeta y se les teme.
Los choferes en la Isla “sufren” ―y no solo por las dificultades para encontrar piezas de repuesto para las labores de mantenimiento de sus vehículos― sino sobre todo por las penosas condiciones en que se encuentra un elevado porcentaje de calles por las que deben transitar a diario. Aprenderse de memoria dónde están los peores y más temibles baches es aconsejable y puede ahorrar serios disgustos a los conductores.
En Cuba los baches se eternizan, crecen, mutan, y hasta alcanzan la mayoría de edad, según una broma común entre vecinos que acaban por ver convertidos los baches de su barrio en parte de su vida.
Recientemente se dio a conocer que Cuba espera reducir su elevado número de accidentes tráfico, considerada entre las primeras causas de muerte en la Isla, gracias a un programa de educación vial organizado y financiado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la compañía canadiense Sherritt. Sin embargo, mientras el mantenimiento vial continúe siendo una tortura para los conductores, los peligros, como el mostrado en estas imágenes, seguirán al acecho.
Más de 20 muertos y 250 heridos ha sido el saldo de los accidentes reportados en lo que va de año por la prensa oficial cubana, que incluso ha exigido al Estado una mayor agilidad en la reparación de las vías, con el fin de evitar que continúen siendo "cementerios sobre el asfalto".
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