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La Habana, 23 abr (EFE).- Cuba aspira a producir más de 50.000 toneladas de níquel y cobalto en 2018 y para lograr ese propósito ha emprendido la modernización de las industrias dedicadas al procesamiento de estos minerales en la zona oriental de Moa, en la provincia de Holguín.
La proyección inmediata va dirigida a buscar más eficiencia metalúrgica, reducir costos y diversificar la producción del níquel cubano, una de las principales fuentes de ingresos de la isla, señaló el director del Grupo Empresarial Cubaniquel, Eder Olivero, citado hoy por el sitio oficial Cubadebate.
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Las empresas Moa Níquel S.A "Pedro Soto Alba" y la "Comandante Ernesto Che Guevara", conforman un conglomerado minero-metalúrgico que ubica a Cuba entre los primeros productores de níquel mundial, pero esas fábricas que requieren de inversiones para modernizarlas y mantenerlas en explotación, indicó el directivo.
La planta "Ernesto Che Guevara" que ha incorporado nuevos equipos para revitalizar las operaciones de extracción del mineral, prevé sobrepasar las 1.700 toneladas programadas para este mes así como su plan de producción del año ascendente a 19.000 toneladas, según refirió su director, Yosvani Aldana.
Indicó que actualmente se dedican unos 50 millones de pesos cubanos (equivalentes a unos 2 millones de dólares) al mantenimiento de puntos vitales de la fábrica.
Precisó que las acciones se concentran en los hornos de reducción, los sistemas de captadores de polvo, para minimizar las pérdidas de mineral y afectaciones al medio ambiente.
Además consideró una "prioridad" el restablecimiento de los caminos, que aún quedan huellas de las afectaciones provocadas por las lluvias de meses atrás.
Cuba figura entre los diez principales países productores de níquel y cobalto del mundo, con una industria que se concentra en la localidad de Moa, situada a unos 800 kilómetros al este de La Habana, considerada la "capital del níquel" en la isla.
Las estimaciones de ingresos por la exportación del níquel cubano -cuyo principal cliente es China, seguido de Canadá y países de Europa- se han movido en los últimos años en el entorno de los 600 millones de dólares anuales, según datos oficiales.
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