Kim Kardashian ha dejado claro que es la reina de la noche y de los escotes.
La celebrity no solo destacó con sus curvas en la Gala MET con su look metalizado sino que en la fiesta posterior al glamouroso evento se lució con un espectacular vestido amarillo de raso.
Se trata de un modelo de Donatella Versace que la diva compartió en sus stories de Instagram. La sex symbol ya había elegido esta firma para subir la icónica escalera del Museo Metropolitano de Nueva York.
Unas horas después, Kim se enfundó en un majestuoso vestido de raso amarillo resplandeciente. En la zona de la cintura destaca el corsé y su diminuta cintura. Escote por arriba, en el pecho, y por debajo, en las piernas.
Kim fue sin duda la más sexy del Clan Kardashian-Jenner, que no podía faltar a la fiesta post gala. Kendall, de nuevo de blanco, Kylie con un vestido largo en tonos pastel y cuello alto y la matriarca, Kris Jenner, de negro y minifalda.
Sin embargo, en ningún casi vimos ni rastro de Kanye. Los fans de la celebrity se preguntaban qué había sucedido con West, quien mostró su apoyo al presidente estadounidense Donald Trump y dio unas polémicas declaraciones sobre la esclavitud hace unos días.
El verdadero motivo de su ausencia fue porque el rapero está grabando un nuevo álbum. "Te amo, cariño, desearía que estuvieras aquí conmigo, pero estás terminando cinco álbumes", escribió Kim Kardashian en su cuenta de Twitter tras contestar un mensaje de Kanye West.
Junto a sus hermanas y amigas Kim no se lo pasó nada mal.
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