El Gobierno cubano encerró un año en un hospital psiquiátrico a Daniel Llorente por ondear una bandera de Estados Unidos durante el desfile del 1 de mayo de 2017. Este hombre, que fue liberado recientemente, aseguró que no iba a parar de luchar.
“La lucha tiene que continuar, no puede haber tregua”, aseguró.
Llorente agradeció todo el apoyo que le dieron sus familiares y amigos, los medios de prensa independientes y los grupos opositores de la Isla.
En entrevista para la agencia En Caliente Prensa Libre, el cubano denunció que durante toda su estancia había sufrido el acoso constante del personal y los guardias del Hospital Psiquiátrico de La Habana.
Él no tenía un diagnóstico por enfermedad mental. Según cuenta, el propio personal médico le insinuaba todo el tiempo que la razón por la que estaba allí era su acto de protesta. Días antes de ese 1 de mayo, agentes de la Seguridad del Estado le habían asegurado que lo desaparecerían.
"Es necesario que el sistema pare la injusticia, y que pare de explotar al cubano como lo está haciendo", comentó.
Asimismo quiso enviar un mensaje al Gobierno cubano: "Dijo Martí que todo hombre de justicia pelea por la libertad dondequiera que la vea ofendida, porque eso es pelear por su entereza de hombre, y el que ve la libertad ofendida y no pelea por ella, o ayudada a los que la ofenden, no es hombre entero".
"Mi meta es continuar mi lucha pacífica en contra de una dictadura que ha estado oprimiendo al pueblo cubano por más de 50 años", concluyó.
Durante la entrevista estuvo acompañado de su hijo Daniel Llorente Miranda, quien denunció en varias ocasiones la injusticia que cometían con su padre.
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