La Habana, 24 may (EFE).- El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, no cree que "sea eterna la posición que hay en este momento" por parte del Gobierno de Estados Unidos hacia la isla, y opina que "quedan puntos de contacto" y "voluntad" para seguir avanzando en las relaciones desde el respeto y la igualdad.
Díaz-Canel hizo estas reflexiones el jueves durante un encuentro en La Habana con algunos de los artistas que participaron este mes en el Festival de las Artes de Cuba celebrado en Washington y donde según el mandatario se demostró cómo el arte puede tender puentes entre los dos países, publican hoy los medios estatales.
"Yo no creo que sea eterna la posición que hay en estos momentos y cosas como las que ustedes asentaron en Washington (...) pueden abrir camino", sostuvo el presidente, quien destacó que los artistas "demostraron además del talento, el compromiso, y demostraron que a Cuba hay que respetarla".
"Hay un empeño en hacer retroceder el proceso de restablecimiento"
En la reunión, que tuvo lugar en un centro cultural de la capital, Díaz-Canel recordó que por parte de la administración de Donald Trump "hay un empeño en hacer retroceder el proceso de restablecimiento con el cual queríamos avanzar hacia una normalización de relaciones".
Pero "quedan puntos de contacto y hay una voluntad de que si hay respeto y si hay igualdad podemos seguir avanzando en esa construcción", apostilló.
A su juicio, los artistas que viajaron a EE.UU -entre ellos grandes nombres de la cultura cubana como la bailarina Alicia Alonso, la cantante Omara Portuondo o el pintor Roberto Fabelo- probaron asimismo la calidad del sistema de enseñanza artística de la isla.
"Ustedes demostraron que podemos convivir en paz a pesar de nuestras diferencias", consideró el presidente cubano.
También propuso preparar en La Habana un espectáculo que reúna el contenido del festival Artes de Cuba y las presentaciones artísticas que se llevaron a cabo en Lima en abril pasado con motivo de la VIII Cumbre de las Américas.
Entre el 8 y el 20 de mayo el Kennedy Center, considerado el templo de las artes de Washington, acogió el mayor festival cubano visto nunca en EE.UU, con más de 50 eventos y la participación de unos 400 artistas que representaron los mundos de la música, danza, teatro, cine, moda, diseño e incluso cocina.
Se trata de un evento esperanzador en la relación entre los dos países, que viven momentos de renovada tensión tras la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, contrario al acercamiento iniciado en 2014 por su antecesor, Barack Obama.
El republicano ha congelado el proceso de normalización y ha restringido el comercio y los viajes a la isla, además de dejar bajo mínimos su embajada en La Habana en respuesta a los supuestos ataques sónicos sufridos por funcionarios de EE.UU en el país caribeño, con los que Cuba rechaza tener algo que ver.
El pasado 20 de mayo, Trump reclamó un "futuro mejor y más libre" para el pueblo cubano y denunció que el "régimen comunista" apaga el derecho a la "libertad individual" y a la "autodeterminación" de sus ciudadanos.
En un mensaje con motivo del aniversario de la independencia de Cuba -una efeméride que el Gobierno de La Habana no reconoce-, el magnate neoyorquino envió sus "mejores deseos" y los de la primera dama, Melania Trump, "al pueblo de Cuba que sueña con la verdadera libertad" y a los estadounidenses de origen cubano en EE.UU.
Por el momento, el Ejecutivo cubano no ha replicado a estas declaraciones del presidente estadounidense.
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