Cuando se alistaba a intervenir en los Juegos Olímpicos de Río 2016, tras dar a luz a su niña, la estelar discóbola Yarelis Barrios recibió la peor de las noticias: una prueba anti doping realizada a ella había dado positiva.
Fue, sin discusión, el peor momento en la carrera de la vida de esta morena sincera, honesta, esforzada, que jamás se había visto manchada con la sombra de cualquier engaño.
La Efigie de Ébano del atletismo cubano, era enjuiciada; su hermosa trayectoria, quedaba en tela de juicio.
El profesor Jesús Molina, ya desaparecido, y Alberto Juantorena, presidente de la Federación Cubana del deporte rey, la apoyaron, como parte de la dirigencia del INDER. Fueron a realizar la réplica a Suiza, pero el tribunal ratificó su decisión tras revisar la muestra de orina.
Muchas cosas pudieron suceder: cambio en las muestras, errores en el laboratorio, hasta fraudes tan comunes en ese deporte, en otras épocas; todo, excepto que la cubana haya consumido alguna sustancia prohibida.
Hasta para tomar una aspirina, Yarelis Barrios consultaba con su entrenador, Raúl Calderón, o su médico.
Fueron días grises en los que amigos de verdad, como Molina, la matillista Yipsi Moreno y esta periodista, ayudamos a que la pinareña saliera del bache.
Y hoy, gracias a su férrea decisión de volver a ser la gran atleta y persona que siempre fue, la vemos camino seguro como entrenadora, ahora de apoyo, en prestación de servicios, con la selección nacional, y en espera de que el venidero año pueda ocupar un lugar como metodóloga en la comisión técnica atendiendo, fundamentalmente, a las figuras noveles, en el CEAR Córdova Cardín (Centro de entrenamiento juvenil), anexo al estadio Panamericano.
“Me siento muy feliz. Estoy haciendo trámites de permutar mi casa en Pinar para La Habana. En estos momentos mi mamá me ayuda con mi pequeña de tres años Ivanna Regla, pero aspiro muy pronto a tenerla conmigo.
“He estado trabajando junto a mi ex compañera del disco, Ana Elis Fernández, con chicos muy prometedores que se preparan, en unos casos para el Mundial Juvenil, en otros como reserva del equipo nacional: Melanie del Pilar, Rosalina, Félix del Valle, Mario, Cilandra, entre otros.”
Yarelis, ¿y aquellos discípulos tan talentosos que tenías en la EIDE de Pinar?
“Ambos están muy bien, y si te digo que en dos años han avanzado más de 10 metros en sus envíos, ¿lo crees? El niño Jorge González de 13 años, ya va por los 48 metros 60 centímetros en el disco mientras en la bala también mejoró, ahora con 14, 60. La muchachita, Yuliet Plumas, de 14 años, tiene 44 metros, 35 en disco. Él ganó los Juegos Nacionales Escolares y ella fue medallista. Ellos siguen con mi plan de entrenamiento. Posiblemente pronto estén aquí conmigo, sobre todo el varón.”
Siempre que hablamos lo hacemos noticiosamente pero, de seguro, los lectores de CiberCuba quieren saber más de tu vida.
“Nací en Pinar del Río el 12 de julio 1983; fui descubierta por los entrenadores de la base, Luisito y Esidoro, y de ahí pasé a estudiar a la EIDE provincial Ormani Arenado, dirigida por el profe José Inés, el Moro.
“Ahí comencé a tirar bala y jabalina, hasta que el propio Moro y Orlando Torres Méndez decidieron que incursionara en el disco, debido a mis cualidades físicas. Y ¿quieres que te diga algo? Enseguida me gustó el disco.”
Y ahí, ¿qué pasó? ¿Cómo llegas al equipo grande?
“Participé exitosamente en los Juegos Nacionales Escolares y Juveniles, y en la temporada 1999 – 2000 integré la preselección nacional juvenil, siempre obteniendo muy buenos resultados con la apreciada ayuda de mis entrenadoras María Cristina Betancourt y Hilda ¨la Bambina¨ Ramírez.”
¿Cuándo pasas a ser discípula de Raúl Calderón?
“Después, en el año 2003, cuando formo parte del equipo nacional de mayores, Raúl Calderón pasa a ser mi entrenador. Con él me mantuve hasta el 2013.”
Cuba tiene historia en el lanzamiento del disco entre las féminas. Carmen Romero, de aquellos primeros tiempos, fue muy estable. Cristina Betancourt y Bárbara Echevarría, la hoy entrenadora Hilda Elisa Ramos, actual recordista nacional y, por supuesto, la monarca olímpica en Barcelona 92, Maritza Martén, han sido figuras prominentes.
¿Cómo te ves entre ellas?
“Bueno, yo he hecho lo mío, y más tuviera si no me hubieran quitado la plata de Beijing. No obstante, soy subtitular centrocaribeña en Cartagena de Indias 2006, dos veces campeona panamericana en Río 2007 y Guadalajara 2011, donde impuse récord para los Juegos con 66 metros 40 centímetros.
“Además, cuatro medallas en cuatro Campeonatos del Mundo: plata en Osaka 2007 y Berlín 2009, bronce en Daegú 2011 y Moscú 2013.
"Y, por supuesto, el muy preciado bronce olímpico de Londres. También, recordarás, fui la ganadora de la fuerte Liga del Diamante por dos años consecutivos: 2010 y 2011. Me retiro con 68 metros 3 centímetros como mejor marca.”
Para conocimiento de la afición al atletismo y lectores de CiberCuba, los mejores registros históricos de las discóbolas cubanas son el actual primado de Hilda Elisa, 70 metros 88 centímetros; los 70, 65 de la ex campeona mundial Denia Caballero; los 70, 50 de la titular olímpica Maritza Martén y los 69, 09 de Carmen Romero.
“Internacionalmente la discóbola que más resistencia me opuso y una de las que más respeto es la alemana Franka Dietzsch, por su forma de tratar a sus colegas, su espontaneidad a la hora de competir y su primer lanzamiento que era muy bueno.”
Ahora, por supuesto, está la imbatible croata Sandra Perković, actual titular olímpica que persiguen las cubanas Denia Caballero y Yaimé 'la rusa' Pérez. El récord del mundo de 76 metros 80 centímetros pertenece a la también germana Gabriele Reinsch.
Vuelvo a nuestra entrevistada.
Entonces, ¿ahora la vida te vuelve a sonreír mi querida Yare?
“Sí, así es. El problema no es caerse; sino, saber levantarse. Como sabes, después del Mundial de Moscú en el 2013 vino al mundo la pequeña Ivanna Regla y, tras mi período de maternidad, regresé al entrenamiento con bríos, estaba en perfectas condiciones, con la mirada puesta en mis terceras Olimpíadas; y ocurrió lo del dopping, situación que ya superé.
“No hay nada como estar limpia por dentro y saber que eres inocente: créeme que es la mejor forma de enfrentar la vida.”
Soy de las que nunca dudó; conozco a la Efigie de Ébano desde su más temprana juventud, ajena por completo a las bajezas de este mundo.
Así que, imagino, compartan conmigo la alegría de saberla activa, repleta de sueños y trasmitiendo sus conocimientos a las más jóvenes generaciones, y un ¡hurra! para el atletismo cubano que siempre la acogió en su seno.
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