Leodanis tiene licencia para la venta ambulante de productos agrícolas en Cuba. Sin embargo, en diciembre del año pasado fue víctima de cuatro decomisos por parte de la Policía. En total perdió unos 6.000 pesos.
Las autoridades judiciales le dan la razón: fue un decomiso injusto, pero no ha podido recuperar el dinero perdido, según ha comentado el afectado a CiberCuba. "Fui a la Fiscalía y la respuesta fue: 'Estás legal, no entiendo la razón del decomiso'.
Leodanis asegura que también ha recurrido al Ministerio de Trabajo, Ciudadanía, Gobierno, Central de Trabajadores de Cuba y al Partido Comunista, pero ninguno hace nada por resolver su problema.
"No existe un documento que me prohíba o me limite vender fuera de mi municipio. Pago mi patente en tiempo y estoy dentro del margen de la Ley, pero no puedo establecer ningún proceso de reclamación ya que nadie me certifica por escrito lo que sabe todo el municipio donde vivo. No hay circular alguna que prohíba mi actividad", insiste.
En más de una ocasión, los cuentapropistas cubanos se han quejado de que no existe una ley que les respalde por lo que muchas de las cosas que hacen son interpretadas como delito.
El Estado, lejos de entenderlos como una fuerza productiva que crea puestos de trabajo, los ve como la bestia del socialismo. Este año entró en vigor una nueva regulación que los obliga a contratar un contable externo para que les lleve las cuentas.
En foros intelectuales, los propios cuentapropistas se preguntan por qué se le permite a los artistas y deportistas ser ricos, pero se le niega esa posibilidad a los cubanos.
¿Lo que le ha ocurrido a Leodanis es un hecho aislado? Cuéntanos tu caso.
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