Gracias a la Ley de Memoria Histórica, conocida entre los cubanos como Ley de Nietos, cerca de 100.000 personas han conseguido la nacionalidad española en Cuba y otros 100.000 están en trámites para conseguirlo. Además, se estima que otros 200.000 podrían acogerse a esta ley, tras la reforma aprobada hace una semana en el Senado español.
El año pasado 13.500 cubanos, con pasaporte español, pidieron la ayuda de 200 euros que concede el Gobierno de Madrid a personas en situación de "extrema necesidad". Menos de la mitad de ellos (5.700) recibió la subvención.
Con ese dinero la familia de Marta, una habanera de 76 años, compró la cuna del bisnieto. Ella es española porque su abuelo emigró a Cuba en 1911. No tiene intención de marcharse de la Isla, pero sus hijas y su nieto mayor sí. Si no es España, a otro sitio, que para eso tienen pasaporte español, explican al diario digital El Confidencial.
A Alexander, otro habanero, la vida le cambió desde que consiguió el pasaporte español y comenzó a viajar como mula a países del Caribe y a Rusia, desde donde importaba a la Isla ropas, electrodomésticos y piezas para los autos rusos que todavía circulan por el país. De ahí sacó dinero y montó una casa que ahora alquila a extranjeros.
La reforma de la Constitución que encabeza el exgobernante Raúl Castro prevé modificar la duración de los mandatos, clarificar los procesos de inversión extranjera, allanar el camino para aprobar el matrimonio gay en Cuba, pero también se especula con que podría definir el estatus de cerca de 2 millones de cubanos que viven fuera de la Isla y que tienen una segunda nacionalidad.
Sin embargo, el embajador cubano en Washington, José Ramón Cabañas, ha sido lo niega y ya ha dicho que no habrá cambios en ese sentido y que Cuba seguirá exigiendo pasaporte cubano para entrar en la Isla.
El Gobierno de Migue Díaz-Canel hace caja con la expedición de pasaportes; cuesta 100 CUC si se hace en Cuba y entre 180 y 310 euros (210 y 350 USD) en el extranjero. Los que más pagan por renovar su pasaporte son los emigrantes que residen en Estados Unidos. A eso hay que sumar la renovación cada dos años que cuesta entre 90 y 140 euros (entre 100 y 160 dólares).
El año pasado 430.000 cubanoamericanos viajaron a la Isla. A 350 dólares cada pasaporte, el Gobierno cubano ingresó más de 150 millones de dólares.
Cuba sabe que la mayoría de los cubanos que se acogen a la Ley de Nietos lo hacen con un fin migratorio. Así lo recogen las conclusiones de un estudio realizado por la doctora en Ciencias Jurídicas Martha Prieto Valdés, profesora de Derecho Constitucional y teoría general del Estado en la Universidad de La Habana. Ella aclara que todas las Constituciones que ha tenido el país contemplan la pérdida de la nacionalidad cubana en caso de ostentar otra nacionalidad. Sin embargo, eso no ocurre en la práctica porque no existen los cauces legales para poder renunciar al pasaporte cubano.
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