El hotel Hard Rock con forma de guitarra: entre fans y 'haters'

Todavía falta un año para su inauguración, y el nuevo hotel de la cadena Hard Rock con forma de guitarra que se levanta en la localidad de Hollywood, al norte de Miami, ya tiene tantos detractores como seguidores.

Su poderosa estructura de 36 plantas, aún inconclusa, se puede divisar ya al conducir por la carretera I-95 o cerca del condado de Broward. Y aunque para muchos su original diseño aportará un rasgo distintivo al lugar, para otros es un insulto al buen gusto.

Hard Rock Internacional es propiedad de la tribu de los indios seminoles de Florida, que la adquirieron en 2006 por más de 725 millones de euros, en lo que constituyó la primera adquisición de una gran corporación internacional por parte de indios nativos americanos.

Hard Rock International, reconocida marca de música y ocio, era dueña en ese momento de 124 cafés en 45 países, así como de la mayor colección de objetos musicales de culto del mundo, además de varios hoteles y restaurantes.

Según el sitio web El Economista, este hecho estableció un hito en el aumento del poder económico de esa y otras tribus indias en la esfera de los negocios.

Diez años después de la compra, James Allen, CEO de Seminole Gaming y presidente de Hard Rock International, presentó el proyecto del hotel con forma de instrumento musical en una conferencia de prensa a la que asistió el gobernador de Florida, Rick Scott.

La presencia del político no fue casual: la tribu y el estado sureño mantienen un acuerdo de operación de salas de juegos, vigente hasta 2030.

Y es que gran parte de los ingresos de los seminoles, como de otras tribus del país, provienen del control de los casinos. Por ello, su intención es que Florida llegue a ser un día tan famosa por ellos como lo es ahora por sus playas.

La nueva estructura estará cubierta de cristales azules y tendrá más de 600 habitaciones, varios restaurantes y un enorme spa.

Su construcción ha permitido la creación de miles de empleos y dará trabajo permanente a otras tantas personas cuando se inaugure. Quizás después de todo, el hotel traiga más provechos que perjuicios, aunque a algunos les moleste su apariencia.