En Villa Clara hay transmisión de dengue, y si no fuera porque el Ministro de salud Pública, doctor Roberto Morales Ojeda tronó durante su última visita al territorio, poco se hubiera sabido al respecto, dado el silencio de los directivos del ramo en la provincia y de los medios estatales de prensa.
Los altos índices de focalidad no solo son apreciables en la ciudad capital, Santa Clara, sino que han disparado las alarmas en municipios donde nunca antes se había manifestado una situación tan compleja como es el caso de Cifuentes.
En este último enclave, ubicado a unos 30 kilómetros de Santa Clara, se ha desatado una verdadera carrera contra reloj pues, según varias fuentes consultadas, el ministro estableció plazos de erradicación, luego de catalogar de irresponsables a los directivos del territorio por no prever con antelación el desenlace de la transmisión.
“Una se asusta, porque no recuerdo nada así. Ayer vino una doctora por la mañana y luego otra por la tarde preguntando si habíamos tenido fiebre o erupciones. ¿Qué pasa?”, se pregunta María, una abuela residente en este municipio villaclareño.
Y es que, al preguntar en las calles, se percibe un desconocimiento total del tema, pocos logran establecer una correspondencia entre el excepcional despliegue epidemiológico, y las causas que originan el mismo.
“Existe muy poca percepción de riesgo, y es en parte por no hablarle claro a la gente. Si el cubano entiende y está educado, pues por qué no le decimos la verdad y dejamos de hablar en clave”, se cuestiona un trabajador de la dirección municipal de higiene y epidemiología.
Explicó que el doctor Osmany Morales Machado al frente de la sectorial de salud pública orientó intensificar las pesquisas y para esos fines fueron conformados 8 grupos de trabajo, encargados de visitar casa por casa, y ordenar el ingreso de cada paciente con sintomatología.
Según datos aportados por la propia fuente, de dos camas con que contaba inicialmente el municipio para enfrentar una posible transmisión del dengue o el zika, debieron incrementar las capacidades de ingreso hasta un total de 30, pero ahora mismo ese número resulta insuficiente, de modo que se estudian otras medidas.
“En Sagua la Grande —segunda ciudad de la provincia— la situación no es menos compleja, y lo peor es que existen casos de dengue hemorrágico, confirmó la fuente.
Sagua, junto a Santa Clara, siempre han sido los municipios con mayor focalidad, y transmisión de estas enfermedades, mientras que a otros municipios más pequeños como Cifuentes se les lograba aislar dentro del mapa del contagio, pero la situación parece haberse salido de control, según el criterio del especialista.
“Lo otro es que las condiciones de ingreso son realmente alarmantes, de modo que muchas veces nuestros propios doctores les indican a los pacientes con cuadro febril que se queden en casa bajo un mosquitero, y no se reporten como infectados. La higiene y las condiciones materiales de los centros de aislamiento deprimen”, argumentó.
De hecho, no son pocos los que dicen haber quedado contagiados de otras enfermedades, virus y bacterias luego de pasar por uno de esos centros de aislamiento.
Las autoridades sanitarias se limitan a referir que tras las lluvias de mayo y junio se han disparado los focos de mosquitos, pero evaden referirse a la transmisión del dengue o el zika. Los casos apenas se contabilizan ya, pues para muchos se han convertido en enfermedades endémicas.
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