En las montañas de Pinares de Mayarí, en Holguín, ha surgido una nueva opción de transporte asociado al turismo de naturaleza gracias a la iniciativa del sector privado.
Los interesados en visitar el Salto del río Guayabo, donde se alza una villa hotelera con un mirador rústico, y acceder a la Cueva del Seboruco, de valor arqueológico, pueden usar los servicios de los jiperos (dueños de todoterrenos americanos marca Jeep) para trasladarse.
Por los tours cobran entre 40 y 100 CUC, de acuerdo a la distancia y la cantidad de turistas.
Según el sitio web Diario de Cuba, existen casas de renta dirigidas especialmente a mochileros, que promueven por Internet paquetes de estancia y recorridos por los sitios de interés.
Todo comenzó por casualidad, debido al propio interés de los turistas. Pero ante la creciente demanda, los dueños de los vehículos convirtieron los paseos en una oferta.
Al principio solo brindaban servicios a los que se alojan en Mayarí, pero ahora incluso los contratan para recoger a viajeros en la entrada de la ciudad.
“En verano los cubanos que vienen de visita son los que más nos alquilan para toda la familia, a veces hasta dos jipes a la vez, y pasan el día en un lugar lindo. Lo mismo para el salto, que para el Motel (Villa Pinares de Mayarí), la Cueva de Seboruco o la playa virgen de Corintia”, reveló un jipero.
Los hoteles estatales también se han visto beneficiados con esta actividad.
William Peniché, administrador del restaurante Salto del Guayabo, comentó que la afluencia de turistas ha aumentado gracias a los jiperos.
“Este es un lugar muy bello, pero es difícil acceder por cuenta propia. Está alejado y la carretera es peligrosa. Ellos realizan una función muy importante y mucha gente puede venir gracias a ellos, tanto cubanos como extranjeros. A nosotros nos beneficia mucho como empresa”, admitió.
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