Durante una visita a Pompano Beach, a finales de junio, un adolescente de Tennessee contrajo un parásito muy díficil de curar, y su madre, Kelli Mulhollen Dumas, ha compartido recientemente en Facebook la historia para que sirva de advertencia a otros padres, y para que en general todo el mundo sepa sobre los grandes peligros que puede entrañar caminar descalzo en lugares públicos.
Durante una excursión escolar, el pasado 20 de junio, el adolescente anduvo descalzo mucho tiempo junto a otros compañeros. Como consecuencia, cuatro personas se habrían infectado por un parásito llamado helmintos, pero el hijo de Kelli, Michael, ha sido quien peor lo ha pasado. Más de un mes después, las llagas y dolores derivados de la enfermedad todavía persisten.
Kelli ha acompañado la historia de impactantes imágenes del pie rojo y lleno de llagas de su hijo, y asegura que hay fotos todavía peores que las que ha publicado.
“Hemos ido cuatro veces al pediatra, a un dermatólogo y tenemos una cita con el médico hoy”, escribió en Facebook el 20 de julio.
Además de las llagas, el joven “tiene heridas abiertas en los pies y en la parte interior y exterior de las piernas”, destaca la madre, y añade que su hijo no puede ni tan siquiera usar zapatos.
El Centro de Control y de Prevención de Enfermedades (CDC) precisa que este tipo de infección “se contrae principalmente al caminar descalzo en un suelo contaminado”, y añade que “los huevos de helminto se transmiten en las heces fecales de una persona infectada”.
Según la madre del joven, hasta el momento el tratamiento ha incluido Clindamyacin, Ivermectin, un paquete de esteroides, y Albenza.
Precisa que incluso con seguro médico, seis píldoras de Albenza le costaron 1.356 dólares. Sin embargo, lo peor es que la cura completa de la enfermedad todavía no se vislumbra.
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