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Un cañonazo de oro al jardín central del primera base camagüeyano Asniel Hernández, con dos outs en la parte baja del noveno inning, dejó tendido en la grama a un equipo de México que se tornó muy difícil, pero que finalmente cedió ante Cuba, con pizarra de 8 x 7, el derecho a buscar el pase a la discusión del título del XXIII Campeonato Mundial Juvenil de Béisbol (Clase AAA) que se celebra en Edmonton, Canadá. El choque, efectuado en el pequeño estadio John Fry, bajo una lluvia intermitente, a veces con ráfagas de viento frío de hasta 10 grados centígrados, pareció en un inicio que resultaría bastante cómodo para los antillanos, luego de un tempranero racimo de cuatro carreras, donde fulguró un enorme jonrón por el centro del bateador designado Javier Camero. El lanzador Julio Alfredo Martínez Wong, quien ganara un crucial desafío ante Canadá luego de la desleal deserción de dos jugadores a inicios del torneo, fue nuevamente la designación del piloto Esteban Lombillo para este todavía más decisivo partido de cuartos de final. El zurdo pinareño parecía que caminaría sin sobresaltos la ruta, en base a su dominio con lanzamientos de rompimiento durante las dos primeras entradas. Pero en el inicio del tercer acto, se complicó con un sencillo, un error y un boleto, antes de que el sexto bate azteca, Aldazaba Gutiérrez, le enganchara un envío que fue a parar detrás de las cercas del jardín izquierdo, para un dramático empate a cuatro. Una entrada más tarde, el designado Velásquez impulsó con doble la ventaja de México; pero otra vez su contraparte cubana, el capitalino Camero, volvió a responder a la hora buena con un imparable al derecho en el séptimo episodio, luego de boleto a Yandy Díaz y doblete de Yasiel Puig, quien fue enfriado en el plato. En el octavo, Cuba pareció sentenciar el choque con un oportuno doblete de su hombre proa, Jorge Luis Zaldívar, después de un pelotazo y error mexicanos; pero otra vez estos empataron en lo alto del noveno, tras dos boletos, un sencillo y un error cubano que no logró parar un doble robo. En este inning, el estoico Julio Alfredo tuvo que ceder el box al relevista Rodolfo Fernández Parrilla, que a la postre, con tres outs, fue el ganador del juego. La escena quedó lista en lo bajo de ese acto conclusivo para que con un out Camero —sin dudas el héroe del choque—, disparara cañonazo al prado central; y tras otro bateador fuera, en un final de película, el agramontino Hernández decidiera el muy emotivo pleito con un batazo que casi fildea de cordón de zapato el patrullero central Almodóvar. Con la connotación que significa pasar a la discusión de las medallas, nada menos que contra Corea del Sur —el Campeón Mundial defensor—, el dramático triunfo cubano significa superar ya el sexto lugar obtenido hace dos años en Sancti Spíritus. Al final del emocionante choque, el compañero Fidel, que fue informado telefónicamente del partido, jugada a jugada, se comunicó con el manager Esteban Lombillo y le transmitió una calurosa felicitación dirigida a todos los atletas, a los bateadores que produjeron en momentos clave y a los lanzadores, en especial al duradero pitcher abridor, así como al personal técnico. Asimismo, el líder de la Revolución, envió un saludo al cónsul cubano en Toronto —quien viajó expresamente a la ciudad de Edmonton—; y en especial "a la gente del Níquel que tanto apoyo dio", sumando alrededor de 200 cubanos allí. "Ustedes han hecho una enorme proeza, lo mismo que todo el personal nuestro allí concurrente, con su apoyo inestimable", sentenció, para luego concluir: "¡Que sigan peleando!".
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