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En tiempos en los que el reguetón encabeza una vanguardia triunfal y protagoniza éxitos que marcan pautas históricas; la salsa cubana no pierde adeptos entre jóvenes y mayores. Por eso me enorgullece conversar con uno de sus máximos exponentes, uno de los fundadores de El Tren de la música cubana, la orquesta Los Van Van, actualmente director de la suya propia, compositor incansable, persona amable, con una sonrisa que te invita a conversar, que te abre las puertas.
Así es el maestro César 'Pupy' Pedroso, uno de los referentes de la cultura cubana.
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Calientico el verano maestro ¿qué ha pasado en los últimos días y proyectos para este agosto que recién inicia?
“Saludos cordiales para CiberCuba y sus lectores. Tenemos un mes de agosto cargadito, con presentaciones en escenarios capitalinos y santiagueros: las casas de la música de Miramar y Galeano, el centro cultural La Guayabera, también en Miramar, entre otros espacios en los que tenemos muchísimos seguidores; y en Santiago tenemos el cierre del verano a partir del día 28 en el Anfiteatro y el cabaret Tropicana de aquella hospitalaria tierra.”
Sé que resultó exitoso el lanzamiento de tu último disco Pasándola bien, la pasada semana, en el Teatro Mella.
“Efectivamente, en este disco exponemos un hecho inédito para nuestra agrupación, Pupy y los que Son Son, y es que hay un número instrumental interpretado por cuatro pianistas.
En este disco exponemos un hecho inédito para Pupy y los que Son Son: un número instrumental interpretado por cuatro pianistas
“Se trata del clásico Capullito de Alelí del puertorriqueño Rafael Hernández, en el cual tocamos Alejandro Falcón, Lazarito Valdés, Manolito Simonet y yo. Ha causado sensación el disco en su totalidad, y ese número en particular.”
Y el videoclip, como diría Jlo, ¿pa' cuándo?
“Jajá. Ya ya. El próximo día 20 empezamos a grabar teniendo como invitados a Charlie y los Niches. Esperamos tenerlo pronto en las pantallas.”
¿En lo que resta de este 2018, alguna gira internacional y asegurada?
“En noviembre, en México: Mérida, Cancún, entre otras ciudades.”
Quiero aprovechar este encuentro un tanto sorpresivo para conocer aspectos de tu vida, ¿qué te parece?
“Estoy corriendo, pero a una periodista que ame el deporte y la música cubanos como tú, no puedo negarme”
¿Siempre quisiste ser músico? ¿Vienes de una familia de artistas?
“Hablando de familia. Estoy casado actualmente con Carmen Rosa: tengo dos hijos, Julio César y Yindra, y cuatro nietos. Voy a cumplir 72 años, nací en La Habana, formando parte de una familia musical.
“Mi papá fue César 'Nené' Pedroso, pianista que tocó con Chappotín; nieto de Julio, director de la orquesta Cuba; sobrino de 'Pío Escaparate' integrante de la orquesta de Arcaño; hermano y primo de Víctor Herrera y Julio Zaldívar, músicos en distintas agrupaciones.
“En mi hogar todo era música. Allí, en el llamado por nosotros 'cuartico de las papas' se reunían, entre otros, Cheo Marquetti de Alquízar; Félix Reina de Cienfuegos; otro que le decían 'Rey de Copa' de Santa Clara que tocaba los timbales; esos eran los venían del campo; los de la ciudad eran más. Yo me escondía con 4 ó 5 años, para escuchar su buena música.”
En mi hogar todo era música
Bonitos recuerdos.
“¡Recuerdos imborrables! Venían a acompañar a mi abuelo que era flautista. Yo quería tocar el güiro y como no tenía ninguno, lo inventé: a un tarro de buey le hice una ranura, y con una varilla de sombrilla construí mi primer güiro a los ocho años de edad.
A un tarro de buey le hice una ranura, y con una varilla de sombrilla construí mi primer güiro a los ocho años de edad
“Yo soy de la Timba. Después nos mudamos a Pogolotti (de aquí mi número De la Timba a Pogolotti). Pertenezco a una numerosa familia. Mi mamá, María, me dio seis hermanos; mi papá, 14."
A estas alturas de tu vida y con tan bella historia familiar y musical, ¿tus héroes ?
“Cheo Marquetti, Abelardo Barroso, Rafael Ortiz, Félix Reina, las orquestas Arcaño y sus Maravillas, la de Fernando Álvarez, Sensación, Chappotin; y por supuesto, Revé y Formell."
No te quedaste como un empírico más. ¿Dónde estudiaste?
“Estudié en el Conservatorio Amadeo Roldán con Ramiro Reyes. Recibí lecciones de piano con Odilio Urfé y el Bola de Nieve, Ignacio Villa. Mis primeros pasos fueron en la Unión Juvenil. Yo iba a Santa Fe a tocar allí, y un día, en una actividad en el cine Centuri, invité a mi papá, el Nene, quien se apareció con un músico de la orquesta Sensación.
Recibí lecciones de piano con Odilio Urfé y el Bola de Nieve
“Nosotros orgullosos y nerviosos, ¿sabes? muchachos al fin, y ¿qué crees que nos dijeron? 'la orquesta está bien; pero tienen que cambiar el pianista', y claro el pianista era yo.”
¿Cómo se desarrolló tu vida en el Amadeo Roldán, forja de tantos y tantos exitosos músicos?
“Quiero aclararte que cuando yo estudié allí no había diferenciación de edades por aulas. Matriculé con 12 años y permanecí allí por 6. Compartí estudios con Digna Guerra, directora del Coro Nacional; Guido López Gavilán, director orquestal; su esposa ya fallecida, madre de sus hijos, Teresita Junco, profesora del Instituto Superior de Arte. (ISA), todos prestigiosas personalidades de la cultura cubana.
“En el Amadeo recibí clases de excelsos profesores como Aida Teseiro en solfeo; Georgina Ramos, teoría de la música y Luis Pastoré, en piano.”
Pero sé que, conjuntamente con los estudios, te dabas tus escapaditas para tocar en orquestas y grupos.
“Pues sí. Hacía suplencias como pianista en orquestas como Sensación y Chappotín, tocaba en grupos que animaban clubes nocturnos: Scherezada, Tikoa, la Zorra y el Cuervo, el salón Elegante del Riviera.”
¿De qué te graduaste?
“Me gradué en Solfeo y Teoría en el Conservatorio, mientras en otros cursos aumentaba mis conocimientos con clases recibidas de pilares de la música cubana como Odilio Urfé, el periodista Edmundo López y el pianista de Arcaño y sus Maravillas, Jesús López.”
César Pedroso se adentra completamente en el mundo musical y antes de formar parte por 32 años de Los Van Van toca en 1964 en la orquesta Fascinación de Marianao y ya en el 66 integraba la Revé, de quien según nuestro entrevistado, copió su disciplina y organización, para conducir su orquesta.
“Con él llegué a ser director musical. Era un ejemplar profesor.”
Ya eran dos grandes músicos en la orquesta, ¿Qué pasó cuando en 1968 llega Juanito Formell?
“Desde que llegó todos nos dimos cuenta de que él traía algo distinto; lo dejamos actuar, realizarse como director musical aunque de nombre yo me mantenía como tal. Fue la época de El martes, La flaca, Qué volá qué bolón, Changüi shake.
“En muy poco tiempo, apenas en el 69, Formell quiere independizarse, y fue así que yo y otros más nos fuimos con él a fundar Los Van Van.”
¿Por qué Van Van? ¿Por la zafra del 70?
“Sí y no. Estábamos en el central Habana Libre en la limpia de la caña (para los que nos leen y no estén al tanto, por esos años todos íbamos a la agricultura, estudiantes o trabajadores, independientemente de las profesiones u ocupaciones).
“Entonces se nos ocurre la idea del nombre que al inicio era por su sonido y para escribirlo BANG BANG, como dos disparos; pero Formel dijo: '¿por qué no hacerlo como algo que va hacia adelante, algo que, sencillamente, va'; de ahí se relacionó con lo de la zafra, y surgió el definitivo VAN VAN.”
Toda una vida en los Van Van, 32 años.
“Empecé haciendo los arreglos de los temas que Formell hacía. En ese momento mi papá, en medio del Salón Mambí de Tropicana, me dice: '¿por qué no le añades un tumbao a un número?' Consulto, me dan vía libre, y a partir de ahí comienza una relación bajo-piano.”
A partir de ahí se multiplican los éxitos: el Guararey de Pastorita, el Bate de Aluminio, Chirrín Chirrán. Juanito ponía el tumbao en el bajo y Pupy lo hacía en el piano. Desarrollaban entre ambos el montuno en cuatro acordes o en dos; de ahí salía el tumbao. Hacían bailar al que sabía hacerlo y al que no, también. ¡Hacían sentir! Y como dice Pupy: 'con un buen tumbao se baila hasta mañana.'
¿Te costó trabajo abandonar Los Van Van? ¿Qué guardas de El Tren de la música cubana?
“Por 32 años visité cuatro continentes; experimenté todas las sensaciones posibles, transmití mis sentimientos a través de la música, puse a bailar a todos los públicos. Gané un Premio Grammy. Eso me lo dio Van Van.”
El Negro está cocinando, Azúcar, Seis semanas, Buena gente son piezas indelebles en la música popular cubana.
¿Escribías según el cantante?
“Sí, tenía en cuenta sus características vocales y desplazamientos escénicos. Por ejemplo, Pedrito Calvo era el rey de los doble sentido. A él le venía muy bien El negro está cocinando y La fruta. Ni bombones ni caramelos estaba hecha para Robertón así como Temba, tumba y timba para Mayito Rivera. Y qué me dices de Ya tu campana no suena, magistralmente interpretada por Mayito Díaz, el Flaco.
“Formel me daba bandera blanca. Te digo que actualmente mis mayores entradas económicas provienen de mis composiciones.”
¿Cómo te vas de los Van Van?
“Fue poco a poco. Empiezo a hacer un disco estando en los Van Van, con temas míos, interpretados por figuras establecidas como Omara Portuondo (Azúcar), Rolo Martínez (El Buena gente), Isaac Delgado (Eso está bien, eso está bueno), Caridad Cuervo (Fallaste al sacar tu cuenta), Raúl Planas (Después que te casaste no te he visto más), Pedrito Calvo (Tranquilo Mota), Mayito Rivera (Calla calla), Xiomara Laugart (Me gusta pero no puede ser), Angelito Bonne e Isaac (Será que se acabó), Rojitas (Seis Semanas).
“Este disco lo produjo la Caribe Production. La gente me daba a firmar la carátula y eso me dio confianza. También Formell me alentó diciéndome que yo estaba listo para independizarme aunque cuando lo hice, jajá, no le gustó mucho, no.
“En 1998, hago otro disco, César Pedroso y los que Son con la Termidor Editora alemana. En ése trabajaron Pío Leyva, Raúl Planas, Jorge Leliebre, Ángel Bonne. Ese fue el año en que Van Van ganara un Grammy.”
El 2001 marca la separación definitiva de Van Van y nace impetuosa Pupy y los que Son Son. ¿Cómo lo tomó Juanito, cómo fue?
“Fue en un concierto en Artemisa el 25 de julio de 2001. Al finalizar le dije a Juan que me iba de la orquesta. Créeme que fue muy duro, durísimo. Para mí y para él. Nos distanciamos y no fue hasta un bailable en el Pedregal (restaurante capitalino cercano a las 8 Vías hacia Pinar del Río) que nos re encontramos.
“Empezamos a tocar nosotros y en el tercer número sube Formell a la tarima y nos abrazamos. Me dijo: 'la orquesta es muy buena, te deseo lo mejor'. Y hasta su muerte fuimos uno, más que hermanos.
“Le hice un homenaje, un poupurrí que le saqué las lágrimas. Su fallecimiento fue una gran pérdida para la cultura cubana.”
Son 17 los años que llevas conduciendo tu orquesta. ¿Estás satisfecho?
“Pues sí. Casi dos décadas de trabajo intenso, de preparación de músicos, de ideas nuevas llevadas a las pistas de baile. Lo mío es hacer bailar, asumir ese ritmo del cubano.
“He tenido éxitos como La bala de Billy, cantada por Jannier que hoy está en la orquesta de Alexander Abreu; El loco con una moto y Pupy tiene su caché, interpretadas por Dayán Carrera; De la Timba a Pogolotti y Mamita pórtate bien, en la voz de Mandy Cantero, actualmente cantante de Van Van.”
Ese ritmo del que hablas, es fácil trasmitirlo al público cubano, pero, ¿cómo te ha ido en otras latitudes?
“Estupendamente. En Francia es donde más arraigo tenemos, en todas sus urbes; en España, en ciudades como Barcelona, Madrid, Málaga; en Italia, en Milano, Roma, Nápoles; en Estados Unidos hicimos presentaciones en 2017 por New York y Washington, y tenemos el deseo de tocar en lo que para mí es la Meca, en Las Vegas.”
Pianista, arreglista, compositor, fundador de la leyenda VAN VAN y autor de un sin número de éxitos: ése es César Pedroso, Pupy, leyenda viva de la música popular cubana.
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