México y Estados Unidos han bloqueado el acceso a los migrantes por el cruce internacional Puerta México, según informó el diario mexican Expreso. Los extranjeros, en su mayoría cubanos, se han trasladado al cruce Brownsville & Matamoros Bridge o Puente Viejo.
El diario explica que hay más de 25 cubanos en esa situación y que mientras esperan para la solicitud de asilo, acampan en la zona. Pero a diferencia de cómo lo han estado haciendo en otros puentes, estos montan las carpas antes de llegar a la línea divisoria para no saturar el cruce internacional.
De acuerdo a la información las autoridades mexicanas de Migración y de la agencia Caminos y Puentes Federales (Capufe), en coordinación con las estadounidenses ya no están permitiendo el paso a los extranjeros por ese lugar.
Juan Antonio Sierra, encargado del Módulo del Migrante (una organización que ayuda a los extranjeros) dijo que estos "ya están llegando directamente al Puente Viejo, ya no lo hacen a la Casa del Migrante".
"Ellos desde que salen de sus países de origen se vienen comunicando por medio de teléfonos celulares, por lo que saben qué rutas son las más adecuadas para llegar a Matamoros", agregó.
Según cuentan los cubanos, las autoridades les han dicho que el Puente Nuevo es federal y el Viejo es particular, lo que permite que puedan quedarse.
En el puente Hidalgo-Reynosa, donde también acampan decenas de cubanos a la espera de solicitar asilo, colocaron desde el mes pasado agentes que piden visa a los migrantes para pasar. De esta forma la mayoría no logra acceder a las oficinas de Inmigración estadounidenses.
Decenas de cubanos intentan cruzar la frontera de México y solicitar asilo en Estados Unidos pero la situación parece empeorar para ellos cada día, luego de que el expresidente Barack Obama eliminara la política de "Pies Secos, Pies Mojados".
La nueva política antiinmigrante del actual mandatario, Donald Trump, tampoco les ayuda. Muchos de los que han logrado solicitar el asilo han sido trasladados a centros de detención en los que llevan meses viviendo.
Varios de ellos se han intentado suicidar y han iniciado huelgas de hambre para pedir que se les escuche. Todos intentan demostrar a las autoridades estadounidenses que tienen "miedo" de regresar a la Isla, un requisito cuyo dictamen depende del juez que lleve el caso.
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