La escuela donde el Apóstol de Cuba, José Martí, cursó sus estudios primarios volverá a abrir sus puertas a los más pequeños mañana lunes, en homenaje a los 500 años de La Habana y luego de una restauración capital que se prolongó durante cuatro años, informaron medios nacionales.
Ubicado en la intersección de las calles Prado y Ánimas (Habana Vieja), el otrora Colegio Superior San Pablo para Varones es considerado una obra emblemática de la Educación Cubana, por ser el lugar donde Martí terminó de cursar sus estudios primarios bajo la guía del profesor Rafael María de Mendive.
Según dijo a la prensa la arquitecta Norma Pérez-Trujillo Tenorio, inversionista principal de la restauración, se trata de “una obra añorada por Eusebio Leal (al frente de la Oficina del Historiador de La Habana) desde hace muchos años”.
“Cuando estábamos haciendo otras intervenciones en El Prado, como el Palacio de los Matrimonios (el primer Casino Español de La Habana) siempre que él venía a visitarlo señalaba: `pero el edificio más importante es aquel donde estudió Martí”, relató`.
En aquel momento, agregó la especialista, radicaba en el lugar de la escuela una empresa perteneciente al Ministerio de la Industria Básica.
Rebautizada como Rafael María de Mendive, el inmueble ahora restaurado fue hogar de dicho pedagogo desde 1860. Cuatro años más tarde, Mendive decidió convertir su vivienda en el Colegio San Pablo, dirigido a la segunda enseñanza. Fue por esas fechas que Martí llegó, con 11 años, a terminar sus estudios primarios, y estuvo hasta 1869.
“Creo que este es uno de los lugares más relevantes de la historia de la Educación en Cuba. Por supuesto, no puedo decir que fue el único porque algunos de los contemporáneos de Mendive fundaron otros, que también dieron hijos ilustres”, señaló la arquitecta.
Norma Pérez-Trujillo contó también que las parcelas donde se encontraba la edificación fueron compradas durante los años 1945-1946 por la compañía norteamericana General Electric. “De casa doméstica, el palacete de Prado se convirtió en talleres”, dijo.
“Por eso no pudimos devolver todo lo que nos hubiese gustado; la estructura, la tipología original del edificio. No obstante, tuvimos la suerte de encontrar escondidos en los falsos techos restos de pinturas murales del siglo XIX, y con estos fuimos armando las imágenes, de vegetación, de pájaros, que hoy se pueden apreciar gracias a la labor de los restauradores de la Oficina del Historiador y de otros que fueron convocados”, acotó.
La escuela que abrirá el próximo lunes cuenta con 18 aulas, de ellas una con las características del siglo XIX, que ocupará un grupo de estudiantes de 6to. grado. Además, tendrá un área deportiva y para el arte, así como una ludoteca.
En el lobby de la institución se colocó una estatua en bronce que recrea la imagen del profesor Mendive con su alumno Martí, realizada por el escultor José Villa Soberón, y en la planta alta se encuentran hermosos vitrales (lucernario) del artista Ernesto Rancaño.
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