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Madrid, 12 sep (EFE).- Estupefacto e incrédulo, David Guetta ha negado hoy la versión de los promotores del concierto que suspendió recientemente en Santander: que el importe aún no ha sido devuelto a unos 10.000 asistentes porque el DJ no ha abonado el monto que se le exige y tampoco ha propuesto una fecha alternativa para otro "show".
"Juro y puedo probar que pagué el dinero", ha asegurado en la rueda de prensa celebrada hoy en la capital española, ante una sala abarrotada de periodistas convocados para preguntarle en primicia por su nuevo disco de estudio, 7 (Warner Music), que se publica el viernes.
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De hecho, el encuentro ha mantenido las líneas de ese guión, con un Guetta eufórico y rejuvenecido, hasta que al también productor y compositor francés se le ha mencionado la polémica de Santander y ha reaccionado confuso, aparentemente muy sorprendido y desconocedor de la versión que estaba circulando, solicitando incluso enlaces a publicaciones donde pudiera leerla.
"Es ridículo. No lo sabía. Soy muy feliz de hablar de ello, porque siempre tengo mensajes de gente que pensaba que estaba loca; no entendía por qué estaban tan enfadados", ha dicho.
Así las cosas, Guetta ha reiterado que esperó "durante horas" en Moscú, pero no pudo viajar a Santander por una avería en el avión que debía trasladarlo. "No es mi estilo hacer algo así. En toda mi vida he cancelado solo dos conciertos, los demás artistas cancelan muchísimos", ha destacado.
"Juro y puedo probar que sí he pagado. Hago 100 fiestas al año, por lo que no cambia nada ahorrarme ese porcentaje pequeño", ha dicho en su defensa, antes de alegar que él no cobra de la gente, sino del promotor, y que él es "un empleado de lujo, pero un empleado, por lo que si no se hace el trabajo, no puede ser pagado".
Sea como fuere, el proceso en el que deberán dirimirse las posibles responsabilidades por su incomparecencia se desarrollará en Londres, según señalaron a Efe los organizadores del concierto.
"Estoy feliz de ir a un tribunal. Por mí perfecto", ha concluido al respecto, sin perder el buen talante en ningún momento.
Mucho más agradable para él ha sido el resto del encuentro con la prensa para hablar de 7, que será su primer disco de estudio en cuatro años desde la publicación de Listen, aunque quizás la noticia más notable respecto al mismo sean sus dos colaboraciones con J Balvin, su apertura estilística al género del "urbano latino" y la inclusión de su primer tema en español.
"Hice Para que te quedes hace 3 años, antes de esta moda del reguetón, en un momento de duda. Cuando empiezas tu carrera, todo es pasión por ser el artista top, pero una vez ahí tienes miedo de caer. Esa energía es muy mala. Hubo quien entonces me dijo: 'No sé por qué trabajas con gente en español'. Cuando pasó todo esto (la revolución de la música en español), pensé que era muy tonto", ha relatado.
Según ha contado, decidió concluir el tema tras coincidir recientemente con J Balvin en Ibiza, donde aprendió a hablar español, además de en su residencia en Miami y por su "novia cubana".
El francés, que dice encontrarse "en un momento muy creativo", repite en 7 la jugada de publicar un disco doble con temas más radiables, acompañado de artistas comerciales como Justin Bieber, Sia, Nicki Minaj o Jess Glynne, y otro de electrónica "más underground", reproduciendo sus inicios en clubs de música house o sus sesiones ibicencas.
"Este álbum es un ejercicio de productor consistente en hacer música de muy diversas maneras. Para mí la música simplemente es buena o no. Lo demás es evolución. Lo que hoy es underground acabará siendo pop en el futuro", ha opinado sobre un disco en el que se incluyen incluso "samples" de Little Richard.
Para la selección de los temas, ha confesado que cuenta con un equipo de lujo: "Pongo en el coche todos mis nuevos discos y son mis hijos de 10 y 14 años los que eligen".
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