El Gobierno de Cuba ha admitido que le será imposible alcanzar el objetivo de 5 millones de turistas en este año. De esta forma, renuncia a batir un nuevo récord apelando a su eterna justificación: el embargo económico de los Estados Unidos que, según la prensa oficialista, está detrás de la caída en el 43% de las llegadas de viajeros estadounidenses al país en el primer trimestre de este año, cuando arribaron 51.677 turistas menos que en el mismo periodo de 2016.
Según recoge EFE, las autoridades de la Isla atribuyen la caída en el número de visitantes a las nuevas restricciones del Gobierno de Donald Trump. También a las "contingencias climáticas" y a los ataques acústicos a 26 diplomáticos estadounidenses destinados en la Isla. Sin embargo, ni Whashington ni La Habana han podido demostrar aún qué o quién está detrás del incidente que mantiene bajo mínimos la embajada de EE.UU. en la capital cubana.
El ministro de Turismo, Manuel Marrero, ha actualizado la previsión de llegada de turistas a la Isla, que ahora se sitúa en 4,7 millones. Esta cifra dista bastante de los 350.000 visitantes que Cuba recibía en los años 90, cuando apeló al turismo para paliar la crisis económica llamada por Fidel Castro "Periodo Especial", que azota el país desde la desaparición de la Unión Soviética. Hoy el turismo es la segunda fuente de ingresos en la Isla.
En 2016 (con 4,5 millones) y 2017 (con 4,6 millones) Cuba batió sus propios récords de llegada de visitantes extranjeros. Los datos coinciden con el "deshielo" de las relaciones con Estados Unidos, escenificado con la visita de Barack Obama a la Isla, en marzo de 2016.
Sin embargo, con la llegada de Trump a la Casa Blanca el año pasado, los pasos se han dado en la dirección contraria. De hecho, el nuevo presidente eliminó la categoría de viajes "pueblo a pueblo" a la que se acogían muchos turistas que visitaron el país caribeño.
La prensa oficialista cubana asegura que en agosto de este año la Isla superó los 3 millones de visitantes extranjeros, pero no les ha quedado más remedio que rebajar las expectativas.
Este año, aunque se preveía estrenar 4.600 nuevas habitaciones turísticas, finalmente serán 5.000 con la construcción del Hotel Internacional de Varadero y el Hotel Segundo Frente en el retiro de lujo de Raúl Castro, en Santiago de Cuba.
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