En la tradicional ceremonia del Cinema 1, en el TIFF Bell Lightbox, se reconoció que el público de Toronto eligió como ganadora del evento, sorpresivamente y por cantidad de votos, Green Book, dirigida por Peter Farrelly, muy conocido por dirigir anteriormente comedias de corte ligero estilo la muy simpática Locos por Mary o la insoportable Dumb and Dumber.
Ambientada en el Sur de Estados Unidos en 1962, y protagonizada admirablemente por Mahershala Ali como un pianista de jazz y de música clásica, y Viggo Mortensen en el papel de su prejuiciado chofer, Green Book le proporcionó a Farrelly los 15 mil dólares del premio de Toronto, por una película correcta, hasta conmovedora, pero repleta de convenciones procedentes del cine más genérico, y habitual, estilo buddy movie, road movie, oportuna corrección política, estrellas, acción física, estereotipos étnicos, etc.
El premio en Toronto proporciona la casi segura inserción entre las mejores películas del año
El premio en Toronto proporciona la casi segura inserción entre las mejores películas del año, pues son varios los ganadores de este People’s Choice Award que luego alcanzaron premios o nominaciones en los Oscar. Entre los casos más sonados están 12 años de esclavitud, El discurso del rey y Slumdog Millionaire.
Como competidores cercanos por el mayor premio que entrega el Festival, quedaron If Beale Street Could Talk, de Barry Jenkins, y Roma, de Alfonso Cuarón, tal vez la mejor película del festival y que recibió hace unos días el León de Oro en Venecia, además de ser elegida por la academia del cine mexicano para representar al país en el Goya y el Oscar. Roma muy bien pudo ganar en Toronto si el público local no prefieriera mayormente los filmes norteamericanos (de Estados Unidos o Canadá) y por tanto favoreció esta dramedia con matices sentimentales y un tema más cercano al gusto de las mayorías.
Tampoco bastaron los miles de fans que intentaron elevar al podio Nace una estrella, con Lady Gaga y Bradley Cooper, o Primer hombre, con Ryan Goslin, porque el triunfo se les fue de las manos, de modo que les toca esperar a finales de año para ver, cuando se inicie la temporada de premios en Estados Unidos, si finalmente las dos películas consiguen remontar la cima de la preferencia de críticos y especialistas.
El Festival presentó unos 300 filmes durante once días, entre los cuales figuraron algunas joyas de enorme brillo como la mencionada Roma, además de la italiana Dogman o la japonesa Shoplifters, tres de los títulos más apreciables entre los que pudo ver este redactor, corriendo de un cine para otro, entre las calles King y Richmond.
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