Siempre me ha gustado el arte: la danza, el canto, la música clásica, el teatro musical y la pintura han dejado en mí huellas indelebles. En este caso vamos a hablar de pintura.
Hace muy pocos días tuve la posibilidad de que el pintor cubano Maykel Herrera, me permitiera hacer un viaje imaginario por su vida, a través de la pintura, con la que prestigia desde hace un buen tiempo ya, el panorámico pictórico de nuestro pais.
Quien no te conoce cree que solamente la pintura es tu modo de ver la vida; sin embargo, la familia, la música, el deporte han sido también prioritarios en tu vida junto a tus cada vez más codiciadas obras de arte.
"Mira, para mí, la familia, mi hijo, Maykel; mi esposa, tu colega y amiga Bárbara, mis padres, mis hermanos, la abuelita de Baby, son mi todo. A eso une el amor por la lucha libre, por la guitarra y el piano, y tendrá un completo de mi persona."
Como yo digo: músico, poeta y loco
"Pues sí, te explico. Yo nací hace 39 años en Vertientes, Camagüey, campo adentro. Era un hermoso paraje escondido del bullicio urbano. De hecho, de ese lugar es mi único cuadro paisajístico.
"Mi pasión de niño era la lucha, el deporte de la lucha, daba lo mismo libre o greco, la lucha. Pero junto a ella, la música y la pintura, ¿puedes creerlo?
"Así, de chiquito, estudié música en la Vocacional de Arte de Camagüey Luis Casas Romero, ahí cursé cuarto y quinto grados. Estudiaba guitarra, trompeta y piano. (Hoy día disfruto mucho cuando toco la guitarra en familia).
"Sin embargo, no soporté la beca. Soy muy familiar y la beca significaba estar alejado de los míos. No soporto estar sin ellos (de hecho a todos los tengo aquí en La Habana, bien cerquita de mí). Lamenté muchísimo alejarme de la música pero de veras, no podía."
¿Y cerca no tenías una escuela deportiva donde se practicara lucha? penso es más fácil de encontrar que una vocacional de arte
"No precisamente, pero sí continúe con una de mis grandes amores, la lucha, en la Escuela Primaria, aunque a la par seguí con el bichito de la pintura y a todo le sacaba un cuadro."
¿Es innato en ti esa pasión por el arte?
"Mi papá, ingeniero de profesión, siempre tocó la guitarra y dominaba el dibujo. Él preparó muy bien a sus hijos. Somos tres: Marbel, Marlon y yo. Nos decía que el saber no ocupa lugar y todo que pudiéramos incorporar en nuestro conocimiento era válido. De él aprendí a dar mis primeros trazos en un dibujo (él lo era) y a los seis añitos me pasaba el día haciendo garabatos en el pupitre de la escuela.
A los seis añitos me pasaba el día haciendo garabatos en el pupitre de la escuela
"La cuestión es que yo cogía al vuelo, desde la primera vez, lo que la maestra explicaba; cuando ella recapitulaba, ya eso para mí estaba de más. Ahí aprovechaba yo para dibujar. Por eso, me tenía que sentar detrás, al fondo, para que los demás niños no se distrajeran.
"Así pasé primaria y secundaria, incluyendo el tiempo que estuve en la Escuela Vocacional. Nunca pude dejar de dibujar.
"Mi mamá, enfermera, siempre ha sido una mujer tranquila, siempre escuchando buena música. Uno de sus ídolos era Joan Manuel Serrat".
¿Y tú a quién saliste?
"Tengo una dicotomía: por un lado soy tranquilo, sosegado, capaz de hacer un cuadro sin apenas moverme. Por otro, vivo en una ansiedad constante, tengo necesidad de no parar, tanto física como espiritualmente. Por ejemplo, yo soy un asiduo visitante del Centro Nacional de Alto Rendimiento Cerro Pelado; allí mi segunda casa es el gimnasio de la lucha.
"Me quieren y los quiero, soy la única persona que puede 'derrotar ' a nuestro flamante tricampeón olímpico Mijaín López; hago el suplé (técnica de volteo) al estilo del gran Filiberto Azcuy. ¡En fin! Es como pintar un cuadro."
¿Qué te proporciona luchar?
"Una tranquilidad extrema. La que no logro en mi estudio, aunque te parezca una locura."
¿Y por qué no la lucha y sí, definitivamente, la pintura?
"En mi caso, una no excluye la otra; claro, yo tenía que inclinarme por algo para profesionalizarme y escogí la pintura."
Al fin, ¿cómo te desarrollas como pintor?
"En octavo grado me entero de que en Camagüey había una Escuela de Arte de Pintura. ¿Te imaginas? Nadie me podría regañar más por dibujar en el aula. Pero la cosa no fue nada fácil.
"No existía, como hoy, una masificación de cultura y de 500 muchachos que fueron a hacer las pruebas de aptitud, sólo admitieron seis, uno de ellos, yo. Yo prácticamente había desistido. Lo que había colgado de las paredes de la escuela, pintados por alumnos de la misma, era colosal. Verdaderas obras de arte, hasta una versión gigantesca de la Mona Lisa, haciendo un guiño, como burlándose de mí.
"Yo me pasaba el día dibujando luchadores en todas las posiciones del combate en calentamiento, refrescando, pero aquello... ¡jamás! Se me cayó el mundo encima pero como sin esfuerzo nada se consigue, comencé a prepararme un año, ¡un año entero! para poder tener el derecho a matricular.
"El director de plástica de la escuela algo debió verme, porque él personalmente me preparó. Era el profe Alberto La Red, un genio del dibujo."
¿Y qué pasó tras ese año de intensa preparación?
"Con 15 años, después de concluir la secundaria, en pleno período especial, matriculo en la Escuela de Arte. De los seis que inicialmente te dije aceptaron, sólo concluyeron dos. Me gradué de Artes Plásticas, especialidad pintura con 19 años, y me quedé como profesor de los años tercero y cuarto del centro."
Tan joven, con ansias de alzar el vuelo en la pintura, ¿te fue difícil el cambio de alumno a maestro?
"La forma de ver la vida de estudiante a profesor cambia radicalmente. Ese periodo de mi vida me llevó al convencimiento de querer ser ese pintor notable, expresivo, contemporáneo, sincero, valiente, que sigo tratando de ser cada día. Fue una etapa en la hice miles de locuras pictóricas.
"Un artista de la plástica es mucho más que un pintor. Eso para empezar. Tienes que aprender a trasmitir tus sentimientos, tus sensaciones, tus reflejos, tus reflexiones, lo que te permitan dialogar con el público, con los espectadores. Por eso Pablo Picasso y Joan Miró, por ponerte dos ejemplos, impactan."
Por suerte, no te quedaste de maestro y comenzaste de verdad a cometer tus "locuras pictóricas"
"Corrían los años 90, el conocido por Período Especial, y decido romper los conceptos más tradicionales de la pintura. Así hago obras espectaculares, en el más literal de los sentidos de esa palabra. Mis inquietudes las traslado al espectáculo perfomático, activar la obra. Cobraba viva.
"En Camagüey, que sabes somos muy cultos, con gran tradición en la pintura , entrabas en el salón Fidelio Ponce de León para disfrutar de maravillosas pinturas, y ¡oh! te encontrabas con un Maykel Herrera con un gorro de cartucho despachando arroz (lo traíamos de nuestra finca) a dos libras de persona por espectador, y a mi mamá, como te dije enfermera de profesión, sacándome sangre, ahí, en vivo, para con esa sangre pintar lienzos."
Se pueden imaginar los amigos de CiberCuba mi rostro al escuchar a este hombre de profunda mirada clara azul verdosa, sonriendo, amable en su hogar, y diciendo semejantes palabras.
"Coge tu arroz estético aquí" y "Transfusión geográfica", obras emblemáticas, pioneras por así decirlo de mi carrera, me catapultaron, me sirvieron de trampolín. O sea, me dí a conocer de formas impensadas."
No puedo ni pensar en tu mamá sacándote la sangre. ¿Cómo fue eso Maykel?
"Mi mamá iba a la galería con una jeringa y una aguja y me sacaba la suficiente cantidad de sangre como para pintar una Isla de Cuba, la primera Isla que nos dejara en el patrimonio Juan de la Cosa, con lo que expresé como símbolo, Isla Virgen, libre de ataduras y de procesos de cualquier índole."
Bien conocida en tu obra es la pintura del Papa con el crucifijo hacia abajo
"Transcurrían los preparativos para recibir al Papa Juan Pablo II y en ese proceso mío de locura artística, en busca de atraer la atención, pinto al Sumo Pontífice vestido de harapos y un crucifijo boca abajo. Déjame decirte que esto fue con 18 años, aún siendo profesor. Al unísono practicaba lucha en la Escuela de Deportes que se hallaba frente a la Vocacional."
¿Qué quisiste representar con el Papa así? ¿Cómo fue recibida la obra?
"Imagínate, muchos criticaron, no entendían, pero déjame decirte que mi obra ocupó portadas de importantes revistas a raíz de la visita a nuestra Patria de Juan Pablo II. Yo quise representar la crucifixión de San Pedro, que fue contraria a la de Cristo, o sea, boca abajo.
“Esas tres atrevidas obras me dieron lo que hoy soy. Llegué a La Habana con 21 años. Tenía las pretensiones de encontrar un espacio entre los mejores, codearme con lo más excelso del arte pictórico y continuar mi carrera entregando mi vida, mi alma, yo todo.
En La Habana encontré una ciudad bella a la que le faltaba el cielo
"En La Habana encontré una ciudad bella a la que le faltaba el cielo. Vivía en La Habana Vieja y me asfixiaba su imponente arquitectura; se vivía una dinámica que no era la mía; tuve que adaptarme a ese ritmo que impulsó aún más mi propia vida, mi carrera. Comenzar en la capital fue un choque muy grande porque además de dejar detrás mi tranquilo Camagüey tuve que recomenzar de nuevo. En la Tierra del Mayor me conocían: tenía premios, reconocimientos, dinero; en predios capitalinos, no. "
¿Cómo pudiste con la realidad?
"Fue difícil, mucho. Pero nunca pensé en claudicar, nunca por mi mente pasó regresar. La fe en que sí podía, me inspiró. Yo me decía a mí mismo: aquí hay un lugar para ti, y con mucho trabajo, apareció."
¿Obras que marcaron esta etapa?
"Sobresalen la serie Anquilosis que trata de convictos, serie simbólica, todos los personajes están vestidos a rayas; la serie Ysla Forever; otra a la que llamé Luego Existo. Pinté, investigué y atravesé momentos de dolor en esa etapa que constituye el abrirse paso. Desde mis tres primeras obras, me convertí en un artista mediático, no sólo de Camagüey sino de Cuba.
"Me empezaron a hacer spots, documentales, conté con una amplia divulgación. Publiqué mis obras en Arte Cubano, y así mi obra cambió mucho. Diversifiqué mi obra, no me casaba con ningún estilo, temática ni técnica, o sea lo mismo pintaba un expresionismo abstracto que un sub realismo simbólico o la abstracción más concreta. Una sola vez dibujé un paisaje, como te dije, el lugar donde nací en Vertientes."
Empiezas a ser reconocido internacionalmente, los museos, galerías, exposiciones abren sus puertas
"Pues sí, he expuesto en muchísimos lugares; por ejemplo, el Tower Brigde de Londres; en el Rockefeller Center en New York , en el Merrick Park de Coral Gable en Miami; en Madrid, París, Shanghai, Beirut, Cancún. Todo esto con gran repercusión en los medios. Mira, recuerdo la de Shanghai donde expuse junto a grandes pintores cubanos como el Choco, Camejo y Diago. Aquello fue apotéosico.
"Mis obras han estado ocupando espacio en varias subastas a nivel del planeta, incluso en las muy reconocidas Christie's. Tengo representantes de mi pintura en muchos países. No sé el número de mis obras pero sí puedo afirmarte que son más de 2 mil, y están regadas por el mundo, galerías, museos, colecciones personales. Sobre el año 2000 empieza una etapa de tranquilidad profesional."
Sé que eres uno de los artistas cubanos que mayor obra social realiza. ¿Cuándo empezó esa fase tan humana y sensible?
"Justamente en el 2000. Al estar tranquilo, seguro, empecé un trabajo social con niños discapacitados, pequeños hospitalizados en salas oncológicas, otros que habitan en hogares sin amparo filial. He vinculado en este empeño a importantes músicos; por sólo mencionarte a algunos: Gerardo Alfonso, David Blanco, Descemer Bueno, Raúl Torres, Polito Ibáñez, Lynn Milanés."
Además de eso, ¿qué proyecto tienes en mente?
"Ahora estoy inmerso en un proyecto socio cultural que radica en la céntrica calle Infanta, casa de 4 pisos cercana al Hospital Pediátrico de Centro Habana. Allí tendrán espacio las artes escénicas, la música, la pintura. Este centro vinculado de lleno a la comunidad, comenzará a funcionar en el ya cercano mes de diciembre. Va a ser un amplio complejo que incluye restaurante, cafetería, parrillada y en el cual tendré mi estudio en la cuarta planta."
En todo este maremágnum de ideas, realidades, pincelazos, lienzos, Maykel Herrera prioriza a su familia: su esposa Bárbara Sánchez Novoa, desde hace mucho tiempo, conductora junto al colega Marino Luzardo, del muy seguido programa Al mediodía, es su mano derecha e izquierda, máxime ahora que el pequeñín Maykel de dos años y medio se suma a la alegría de un sólido hogar.
Baby, ¿cómo se conocieron, fue el clásico fechazo?
"Nada, mi actual cuñada, su hermana Marbel nos presentó en Camagüey. Yo también soy de allí. A partir de ahí fue visita constante en mi casa. Yo estudiaba en la Universidad agramontina Estudios Socioculturales en el 2004. Nos casamos dos años después. Y como dijiste, la felicidad la colmó nuestro hijo, Maykel, quien vino al mundo en el 2016."
¿Y cómo llegas a la Televisión Cubana?
"Maykel me trae a La Habana, venía a cumplir el Servicio Social y me presento en la División de Propaganda y Publicidad de la TVC en el año 2006. Me dieron trabajo como asesora. Yo venía con mis sueños de ocupar un espacio delante de la cámara y el micrófono y fue así que, al transcurrir un año, tuve mi oportunidad en un trabajo informativo que trataba de los CDR, era por el 28 de septiembre, su aniversario.
"Para mí, eso fue grandioso, mi debut en la tele. Jimmy Sariol, como director, me dio la oportunidad. Paralelamente me llamaron para hacer un spot en el canal Educativo, en el programa Mirada de Artista. Sonia Sánchez era la directora. Allí estuve cuatro años. Estando allí, la destacada periodista Julia Miraval me convoca para su programa Sitio del arte; eso fue en el 2008, donde me mantengo."
A ti siempre te han gustado los informativos. Porte, dicción, belleza te sobran
"Me encantan los informativos. Hice Buenos Días, emisión estelar y la de cierre, sobre todo esta última (estuve ahí 3 años). Estoy feliz en Al mediodía, con un colectivo que amo: Marino Luzardo, su conductor, y Odays Torres, directora, son familia. Aunque me gustaría ser anfitriona de un espacio donde yo fuera la conductora, la que entreviste, la que anime. En Sitio del arte, Julia me dá esa oportunidad."
En tanto hablaba, Maykel la miraba con ojos de "carnero degollado" , síntoma del amor que ambos se tienen
"Soy feliz, feliz, feliz . Tengo una mujer inteligente, con muy buenos sentimientos; es una madre excepcional."
"Yo también lo soy, Maykel tiene valores humanos relevantes, ha seguido con atención el desarrollo de nuestras familias. Su abnegación con el trabajo, su instinto de superación me dan fuerzas a mí para seguir adelante, tratando de cumplir nuevos propósitos, mis sueños. Siempre me ha apoyado. Es un magnífico papá, vive para su hijo, para mí, sus padres y mi abuela y tía Eida y Eidita."
Ahora falta ver si Maykel Junior será luchador, pintor, músico, conductor o... ¡quizás ni por asomo ninguna de esas profesiones! De lo que sí estoy segura es que será un hombre íntegro, trabajador y tenaz como sus lindos padres.
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