Si se comparan los indicadores que registra Villa Clara en lo que va de año, con igual período del 2017, la provincia manifiesta un alza preocupante de los accidentes del tránsito, estadística que se acompaña igualmente de un mayor número de decesos por esta causa.
Según informaron autoridades de la Comisión Provincial de Tránsito, a inicios de septiembre se habían producido 23 percances más que en los tres primeros trimestres de 2017, lo cual sitúa a la provincia entre los territorios del país con mayor crecimiento.
Lo más alarmante, sin embargo, es que esos accidentes acarrearon también un mayor número de fallecimientos, con un balance de 37 muertos en las carreteras del territorio y un estimado de 16 personas con lesiones y traumas severos.
Esos indicadores se vieron particularmente disparados entre los meses de mayo a septiembre, sobre todo aquellos casos en que se estableció una vinculación directa con el consumo de bebidas alcohólicas en la temporada estival.
Llama la atención además un crecimiento en el número de accidentes donde se vieron implicados automóviles arrendados por el turismo, siendo el pedraplén de Caibarién a Cayo Santa María una ruta de marcada incidencia, aunque no la única.
Además del sector del turismo aumentan su accidentalidad igualmente el Ministerio de la Agricultura, el Grupo Empresarial Azcuba, y la dirección provincial de transporte, sin que se evidencie un aumento considerable entre los porteadores no estatales.
Ese último elemento es bien interesante, a partir de que se trata de los vehículos de mayor obsolescencia en el país, pues en su mayoría son autos norteamericanos de las décadas del 40 y el 50 —los conocidos como almendrones— que han sido modificados, adaptados y muchas veces hasta remotorizados para ofrecer servicios de transportación de pasajeros.
Según la Comisión Provincial de Tránsito, entre las causas de mayor incidencia se encuentran además del consumo de bebidas alcohólicas, la presencia de animales sueltos en la vía, las negligencias al timón y los descuidos entre los peatones, así como la falta de rigor en las revisiones técnicas —somatón— a que deben someterse choferes y vehículos antes de conseguir las respectivas licencias.
Sin embargo, las autoridades soslayan una causa que ha sido denunciada reiteradamente por parte de los choferes, y que radica en el creciente deterioro de las carreteras y vías de acceso. Esa situación es notable en el territorio villaclareño donde una buena parte de las carreteras principales de acceso la capital provincial presentan tramos peligrosos en su curso.
Si bien se trata de una problemática presente en toda la geografía nacional, los viales de esta provincia muestran un mayor grado de deterioro. De hecho, varios choferes señalan que la propia Carretera Central “parece otra” una vez se cruza el límite entre las provincias de Cienfuegos y Villa Clara, por los baches, grietas y desniveles que caracterizan el tramo villaclareño.
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