El martes 9 de octubre la Sala cuarta de lo penal del Tribunal provincial de la Habana declaró “sin lugar” el Habeas Corpus presentado por Iris Ruiz y artistas independientes sobre el encarcelamiento del rapero Maykel Castillo (a.k.a. Osorbo) el 25 de septiembre.
El Habeas Corpus es un procedimiento histórico que se utiliza para llamar la atención de las autoridades sobre algún manejo legal que se considere incorrecto. En este caso, los artistas independientes alegaron que los derechos de Maykel han sido vulnerados, relacionado su arresto con el concierto del día 21 de septiembre en La Madriguera, donde invitados protestaron contra el Decreto Ley 349 y pidieron la liberación de Soandry del Rio.
“Sin lugar” fue la conclusión del tribunal ahora. Oficialmente Maykel Castillo aparece acusado de Atentado, y el hecho ocurrió supuestamente en julio en el Parque Cristo de la Habana Vieja, cuando Maykel filmó un operativo de la policía contra narcóticos y después tuvo un altercado con ellos porque intentaron quitarle el celular. En aquel entonces sólo se le aplicó una multa de mil pesos. Pero tres o cuatro días después del concierto “casualmente” un fiscal decidió revocar esta medida, acusarlo y apresarlo. En estos momentos permanece en la prisión de Valle Grande.
No es la primera vez que Maykel Osorbo conoce lo torcido del sistema de justicia cubano. En 2015 fue sentenciado a un año de prisión por “peligrosidad pre-delictiva” en un juicio lleno de violaciones, sobre el cual afirma que la causa subyacente fueron sus canciones (en especial una contra Fidel Castro llamada “Por ti señor”) y la “condena verdadera”, el “desacato”.
En 2014, Maykel había sido apuñalado en un Centro nocturno y estuvo entre la vida y la muerte. Más de seis meses duró su rehabilitación en un Hospital. Al cabo del tiempo es citado como testigo a un juicio donde descubre que el culpable inicial de su agresión había cambiado.
El verdadero autor, de quien él y la policía sospechaban, había sido suplantado por otra persona que sale absuelto, porque obviamente no cometió el delito. En la sala del juzgado, Maykel incrimina a viva voz a la fiscal tildándola de corrupta, y en esa misma sala se le acusa a él de “desacato y resistencia” y se le prepara un juicio veloz al día siguiente. Sin avisar ni al abogado defensor, la hora de ese juicio sumario cambia y el rapero recibe una condena de un año de prisión por “peligrosidad pre-delictiva”. El caso fue cubierto por la prensa independiente en su momento.
Sus amigos temen que una vez más la arbitrariedad de un sistema judicial opaco castigue a Maykel Castillo impunemente. En esta ocasión, la relación del arresto con el concierto del día 21 de septiembre en La Madriguera es bastante evidente. Los artistas independientes han decidido apelar este rechazo del Habeas Corpus al Tribunal supremo popular.
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