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Para tristeza de no pocos cubanos ya es un hecho que Washington no llegará a otorgar este año el mínimo de 20.000 visas de inmigrante a ciudadanos de la Isla, como establecen los acuerdos migratorios de 1994-1995 firmados entre Cuba y Estados Unidos.
Todavía con casi todo el procesamiento de visas suspendido en la embajada estadounidense en La Habana, "muchos no podemos viajar a solicitar la visa de inmigrante a Guyana y mucho menos a Bogotá. Es demasiado costoso ir y más sin certeza de obtener la visa. Además, Colombia nos exige visa. Casi nadie se arriesga a no ser que haga mucho dinero en Cuba o algún familiar le pague el pasaje y la estancia que no debe ser menor de 15 días", afirma la cuentapropista Claudia, quien aspira a conocer Estados Unidos.
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Sin embargo, en el último lustro Cuba ha estado entre los diez países con mayor tasa de rechazo a solicitudes de visas para visitar el país norteño. En 2016 tuvo el índice mayor y en 2017, el segundo más alto.
Según un informe reciente del Departamento de Estado de Estados Unidos, la emisión de visas de inmigrante para los cubanos en las embajadas de Guyana y Colombia se maneja a una capacidad "mucho más reducida”.
De acuerdo con el documento, hasta finales de julio de 2018 se emitieron poco más de 4.000 visas por lo que resulta prácticamente imposible que Estados Unidos cumpla con la emisión de 20.000 visas para inmigrantes cubanos.
En palabras de Sonia, de 59 años, "la mayoría de los cubanos que quiere ir allá no busca el sueño americano sino reunirse con su familia. Toda mi familia vive en Miami: mis hijos, mis nietos, mi hermana y mis sobrinas. Aquí solo me queda mi madre, de 83 años, y por eso no me voy. He podido viajar en varias ocasiones. Aunque ya casi se me vence mi visa de cinco años soy feliz por haber podido compartir con mis seres queridos", dice.
El texto del Departamento de Estado plantea que, amén de que existen más de 20.000 solicitudes de reunificación familiar pendientes, se buscan alternativas para que el programa de reunificación continúe.
La migración de cubanos a Estados Unidos ha disminuido por dos razones fundamentales: la reducción del personal diplomático norteamericano en La Habana y la eliminación de la política de "Pies secos, pies mojados", que daba un trato preferencial a los inmigrantes de la Isla al permitírseles entrar a territorio estadounidense y solicitar la residencia permanente al año y un día de estar en el país.
"Ahora además de tener que solicitar una visa en oficinas consulares estadounidenses fuera de Cuba, los cubanos que intenten entrar en Estados Unidos sin visa y no cumplan los requisitos de una visa humanitaria serán deportados. No nos creemos mejor que nadie, pero ahora estamos en la misma situación que los posibles inmigrantes de otros países y no competimos en igualdad de condiciones", asegura el cuentapropista Eduardo, cuya hija de 25 años vive en Las Vegas.
Datos oficiales hablan de que en el año fiscal 2016 las autoridades estadounidenses recogieron en el mar a más de 5.000 cubanos, 1.606 en el 2017 y apenas unos 200 hasta mediados de agosto pasado.
De igual manera, las estadísticas evidencian que ha decrecido la cantidad de cubanos que intenta arribar a Norteamérica a través de México. Se registra que unos 15.557 ciudadanos cubanos llegaron al suroeste de Estados Unidos en el año fiscal anterior y solo una tercera parte de esa cifra lo había logrado hasta casi finalizar agosto.
A tenor con el profesor universitario Alfredo, "la embajada de Estados Unidos en Guyana comenzó a entrevistar hace casi cinco meses a cubanos que solicitan visa de inmigrante, pero Georgetown está a más de 3.000 kilómetros y unas cuatro horas de La Habana. ¿Cuánto nos ahorraríamos si fuera aquí? Para la mayoría de la gente que aspira a irse la mejor opción es apuntarse en el bombo. Aunque es un sorteo, no cuesta un kilo inscribirse.
"Nada justifica tan distorsionado sistema de entrevistas para solicitar visa en terceros países porque hace que nuestros familiares, por ayudarnos a hacer los trámites, gasten más y puedan viajar menos a la Isla y tengan que limitar el envío de remesas.
"Además Cuba debería dejar que los ciudadanos cubanos residentes en el exterior que dispongan de otra ciudadanía puedan entrar a la Isla con los pasaportes de otros países. Esto aumentaría el número de cubanos que puede entrar al país y que hoy no lo hace por los gastos que implican tantas regulaciones", concluye.
La última vez que Washington y La Habana se reunieron para intercambiar sobre inmigración fue en julio de 2018 y esperan volver a hacerlo antes de que termine el año.
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